El Consejo Superior de Deportes (CSD), LaLiga y la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) han pactado este lunes el retorno a los entrenamientos del fútbol profesional, supeditado a la evolución de la pandemia de la covid-19 y a las decisiones que adopte el Ministerio de Sanidad, informó el CSD en un comunicado. La intención de LaLiga y de la Federación es comenzar los entrenamientos individuales el 4 o el 11 de mayo y que pasen unas cinco semanas hasta la vuelta a la competición, que en el escenario más optimista sería a principios de junio, el 6-7, y en el más pesimista, el 27-28, que es la fecha tope para acabar las 11 jornadas que restan en Primera y en Segunda el 31 de julio ya que en agosto se jugaría la Champions y la Europa League. Los partidos serían todos a puerta cerrada y sin público.

Esta vuelta a los entrenamientos se producirá "siempre y cuando las circunstancias sanitarias lo permitan" y siguiendo "estrictos protocolos de salud" para proteger a los jugadores de un posible contagio por el coronavirus. Entre esos protocolos está la posibilidad de concentrar a los jugadores desde que comiencen los entrenamientos grupales, unas dos o tres semanas antes de volver a la competición.

Después del encuentro de más de ocho horas que tuvo lugar el pasado sábado en el Palacio de Viana, sede del ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, la presidenta del CSD, Irene Lozano; el presidente de LaLiga, Javier Tebas; y el presidente de la RFEF, Luis Rubiales, se comprometieron a dedicar parte de los recursos que generen los derechos audiovisuales del fútbol a un rescate al resto de deportes federados, olímpicos y paralímpicos.

Fondo de contingencia

Además, los presidentes de LaLiga y la Federación suscribieron un compromiso para crear un fondo de contingencia de 10 millones de euros, al que invitarán a participar a otras entidades como la Asociación de Futbolistas (AFE), para ayudar a los deportistas más vulnerables.

Tras las conversaciones del Palacio de Viana se acordó redactar un código de conducta del fútbol, aplicable a todos sus directivos, gestores y agentes, que pueda servir como referencia para otros deportes profesionales, y que permita "fortalecer un diálogo honesto y sincero y facilite las buenas relaciones entre las distintas instituciones del fútbol".

Las partes se comprometen a trabajar conjuntamente y de forma coordinada en el exterior para contribuir a la reputación de España y al fortalecimiento de la imagen como país de deporte seguro.

En este contexto, cobra especial importancia la candidatura ibérica al Mundial de fútbol de 2030, evento al que el Gobierno "prestará todo su apoyo, entendiendo que el entendimiento en el fútbol resulta imprescindible para las posibilidades" del país.