El club lo tenía decidido ya antes de la debacle ante el Albacete y esa hecatombe, la clara derrota por 4-1, una nueva y reciente infamia del Real Zaragoza, no cambió la mirada de la entidad, que sigue pensando que un relevo en el banquillo ahora, con tan poco tiempo de competición, sería un error, por mucho que sí se vea la necesidad de que haya un revulsivo, de algo que cambie la tendencia. Pero eso, si tuvo que llegar, debió hacerlo antes. Víctor Fernández inició el proyecto y lo va a acabar con la disputa de los 'playoffs', después de tener el ascenso en la mano tras 31 jornadas y de firmar una trayectoria terrible después del parón, con solo siete puntos de 30 posibles. Lalo Arantegui, diplomático en su respuesta, lo dejó claro este sábado. «No podemos pasar de proclamar al míster como una leyenda, que lo es, a pretender un cambio en el banquillo. No se ha planteado ni se va a plantear», dijo el director deportivo zaragocista.

Quizá si el escenario fuera otro, como la lucha por el descenso, desde luego si fuera otro el míster y no una referencia del zaragocismo como Víctor o si en la casa hubiera algún técnico con experiencia en el fútbol profesional, que no tienen ni Javier Garcés ni Iván Martínez, pues habría habido ya otra decisión. Muchos días antes, en concreto. Y buscar ese cambio fuera también implica condicionar el proyecto futuro porque ningún entrenador va a llegar solo para cuatro partidos del 'playoff' y uno más de epílogo liguero. Así, el club apuesta por la serenidad y por no provocar más vaivenes. «Hay que tener tranquilidad. Tenemos los ejemplos de los dos equipos que acaban de subir (Cádiz y Huesca), que han mostrado muchísima calma cuando los dos han pasado por momentos malos durante el año. Con este entrenador, con esta misma plantilla, hemos demostrado durante el año buenas sensaciones y un nivel de juego muy alto y eso nos ha hecho estar arriba siempre en la clasificación. Pero creo que, en este formato de competición tan extraordinario, se nos han dado todos los hándicaps posibles para golpearnos duramente en el Real Zaragoza», remarcó

Muchos problemas tras el parón

Y Lalo pasó a enumerar todos esos hándicaps, una buena colección, sin duda. «No estamos con el mismo rigor y confianza que antes del parón, nos han dañado no tener a la afición en casa, y el jugar cada tres días, por las lesiones, el cansancio también se ha notado y no hemos podido rotar con tanta facilidad. Además, en el fútbol los resultados negativos siempre traen pérdida de confianza en la idea de juego», dijo el director deportivo zaragocista, que tiene claro que la situación del equipo, su derrumbe sin parangón, es por una cuestión «más mental que física. Cuando uno gana su situación física es diferente. La cabeza es la que te hace tener un ritmo alto y no desfallecer». En todo caso, aseguró que no le consta la posibilidad, comentada por Víctor, de buscar una ayuda externa en ese apartado mental. «Desconozco si la va a haber, aunque lo dudo», afirmó con rotundidad.

El Zaragoza llegó segundo al parón, con 55 puntos en 31 jornadas y con cinco de renta en el ascenso directo, con el tercer clasificado, que era el Almería, los mismos que con el Huesca, entonces cuarto y ahora ya ascendido de forma directa. Pero todo se ha caído en la vuelta del fútbol. «A mí como director deportivo no me vale lo anterior. Es que el jueves en el 'playoff' vamos a salir a jugar once contra once y está el escudo del león. Hemos peleado el ascenso directo hasta la jornada 41 y eso no nos lo regaló nadie. Solo nos vale subir, seguramente contra un rival en la primera ronda con cuatro veces nuestro presupuesto (Girona, que ahora sería el enemigo). Además, hubiéramos firmado estar a principio de temporada en esta situación y de lo anterior no se puede hacer nada ya. La confianza no nos la va a regalar nadie, nadie va a venir con esa bolsita para ponerla», subrayó.

Por eso, el buscar los resortes que provoquen la reacción de un equipo y de un entrenador que parecen superados en estos momentos es algo que llegará desde dentro del vestuario, no desde fuera con un movimiento externo. «Necesitamos una buena actuación, cambiar la dinámica, mejorar actuaciones individuales, trabajar, asumir la crítica y estar en silencio para cerrar el círculo. No queda otra que trabajar, estar juntitos y arropaditos», aseveró Lalo, que cree que una victoria cambiaría el escenario y daría ese golpe moral que el equipo necesita.

El director deportivo tampoco ve el problema en que los jugadores no sean conscientes de lo que se está poniendo en juego para la institución. «El diálogo con la plantilla es diario. Ellos son conscientes y son los primeros que sufren en esta situación, aunque entiendo el grado de frustración de la afición. Los que están en el campo, jugadores y técnico, son los principales responsables de lo que sucede ahí. Hemos perdido muchas oportunidades, veíamos el 'playoff' como algo lejano pero ahora estamos aquí. Ellos saben lo que nos jugamos, porque a todo el mundo le beneficia un ascenso, a los que sigan la temporada que viene y a los que no vayan a estar aquí», recalcó.

Así, que al equipo y a Víctor solo les queda mirar hacia delante y buscar el billete por la promoción. «Desde el confinamiento el rendimiento ha sido pésimo. Pero es que no vale de nada mirar para atrás, hay que llegar con toda la ilusión y ganas. El jueves vamos a disputar un partido súper importante», concluyó Lalo.