Fue un final de mercado tranquilo en las oficinas del Real Zaragoza. No hubo sobresaltos ni sorpresas de última hora. Los deberes estaban hechos. Desde que se abrió el periodo habilitado para fichar, el club dejó claro que Linares y Dorado eran los únicos objetivos y que no vendría nadie más. Así ha sido. Y eso que había cierta liquidez disponible para acometer una última incorporación como consecuencia de haber liberado masa salarial tras las salidas de los cuatro futbolistas -Buff, Perone, Raí y Medina- a los que se abrió la puerta. «Pero no íbamos a fichar por fichar», sentenció ayer el director deportivo, Lalo Arantegui, durante la presentación de los dos fichajes. «Hay que defender nuestro patrimonio, aunque hemos tenido posibilidades de hacer alguna incorporación más, pero hubiera sido en esas posiciones en las que hay jugadores jóvenes que están disfrutando de la confianza del míster. Los canteranos necesitan protagonismo», añadió.

La plantilla, pues, se cierra con 25 efectivos, si bien dos de ellos -Grippo y Toquero- son lesionados de larga duración. Con dos jugadores por puesto «incluso tres en algún caso», según Lalo, el club considera que en este mercado invernal «se ha dado un paso adelante. Hemos reducido los componentes de la plantilla, algo que queríamos, se ha reunido más masa salarial y aumenta la competitividad en todos los puestos», aseguró el director deportivo, que vaticinó «problemas» para Víctor Fernández a la hora de hacer las convocatorias merced a la recuperación de efectivos mermados por las lesiones.

Mientras, la entidad asegura que solo mantiene negociaciones para la renovación de Ratón, que cumple contrato el 30 de junio. La de Pombo, al que le resta un año más, no es tan urgente para la dirección deportiva, que, en todo caso, suaviza su tono respecto a la última referencia a este asunto. Hace poco más de un mes, Lalo dijo que «el que quiera estar, estará y el que no quiera, no». Ayer, sin embargo, afirmó que «la voluntad del chico ha sido siempre, con pequeños matices, la de quedarse. El deseo de las dos partes es el mismo y el próximo mes se cerrará», aseguró tajante.

En todo caso, la configuración defintiva de una plantilla «nivelada» se traduce en «optimismo» en el club. «Disfrutamos del momento del equipo, que sabe a lo que juega y ojalá podamos mantener este nivel hasta final de temporada», expuso Lalo, que ensalzó la figura de Víctor Fernández. «Ha cambiado todo muchísimo. Ha servido para serenar los ánimos desde el primer día. Ya dije cuando llegué que aquí nos gusta juegar bien al fútbol y gran parte de culpa la tiene Víctor, que ha hecho creer al futbolista con un mensaje fino y fácil de entender. Ha venido como anillo al dedo».

El director deportivo también se congratuló del gran rendimiento de Guitián, a pesar de que el central fue increpado por un pequeño grupo en su presentación. «Fue una polémica absurda. Nunca tuvimos duda alguna de su compromiso», aseveró Lalo.