Manu Lanzarote cumplió ante el Valladolid una de las cláusulas que estaban especificadas en su contrato y su renovación por una temporada más es un hecho. Ha disputado 25 jornadas de Liga como titular (en total ha jugado en 28 encuentros) y eso implica la renovación automática de su contrato, que expiraba el 30 de junio y que ahora pasa a hacerlo en el 2018. Eso sí, esa renovación por objetivos solo asegura que Lanzarote tiene un año más de contrato, ya que el barcelonés también se guardó una cláusula por la que poder romper ese segundo año opcional mediante el pago de una compensación económica al Zaragoza, por lo que la continuidad de Lanzarote en el próximo curso queda cerrada por vía contractual, pero aun no es totalmente segura.

Lanzarote, que fichó por el Zaragoza a finales de enero del 2016 tras desvincularse del Asteras Trípolis griego, vivió con el club aragonés un tortuoso proceso de renovación en verano, ya que en algunos momentos su continuidad se dio por descartada. Pero, a finales de julio, aceptó una renovación por una temporada con la posibilidad de otra opcional. «El club me ofrecía 2+1, pero yo tenía claro que quería firmar menos tiempo. Le dije al club de firmar 1+1. El segundo año es opcional, según le convenga al club y me convenga a mí», dijo.

La realidad es que ese contrato negociado entre el jugador y el entonces director deportivo, Narcis Juliá, tenía un abundante clausulado y una de esas cláusulas es la que se ha ejecutado ahora para esa renovación automática. Pero, por ejemplo, si el Zaragoza bajara a Segunda B Lanzarote no seguiría con total seguridad o si paga esa cantidad para romper el contrato.

BAJA POR SANCIÓN / El extremo, baja por acumulación de amonestaciones en Almería tras cumplir el segundo ciclo de amarillas, ha disputado 2.050 minutos en esos 28 partidos, con seis goles, ya que el que anotó contra el Alcorcón de falta tras desviar David Rodríguez de forma clara su disparo, no se lo concedió el colegiado de aquel partido, y ha dado cuatro asistencias. Empezó el curso a un nivel excelso, con goles y actuaciones decisivas, pero fue bajando el rendimiento desde octubre, a lo que contribuyeron también unas molestias en su rodilla. Con Agné su aportación vivió altibajos y roces, como en Cádiz o ante el Girona.

En las últimas semanas su nivel ha ido a más, pese a sufrir una talagia, unas molestias en el talón, y el domingo volvió a ver puerta ante el Valladolid, volviendo a hacer un gol tras más de una vuelta sin ver puerta.

Lanzarote, que cumplió 33 años el 20 de enero, pasó por una larga etapa en Segunda B en diferentes clubs antes de dar el salto al Sabadell, donde a las órdenes de Carreras y en Segunda comenzó a mostrar en dos temporadas (11-13) su talento y su buen golpeo de balón. El Espanyol lo fichó para Primera sin darle apenas sitio y se fue cedido al Alavés. Se marchó a Grecia, pero solo estuvo seis meses para fichar en enero del 2016 por el Zaragoza.