Unos 50 minutos estuvo el presidente del Zaragoza, Christian Lapetra, ante más de medio centenar de presidentes de peñas zaragocistas para responder a las dudas e inquietudes de éstos sobre la actualidad del club. Una buena parte de la charla estuvo centrada en la difícil negociación con Hacienda, en la que el Zaragoza tiene de plazo hasta el 5 de noviembre para llegar a un acuerdo o abonar los 18,5 millones, más los intereses, 21 en total, que finaron a inicios de septiembre.

Lapetra confirmó a los peñistas la inflexibilidad de Hacienda hasta el momento y la imposibilidad de llegar a un acuerdo, que de no alcanzarse pondría en riesgo de disolución al club, ya que el fisco ejecutaría los correspondientes embargos por la mencionada cantidad.

Sin embargo, el dirigente se mostró confiado en buscar fórmulas alternativas --La solicitud de un crédito por 21 millones sería la más real si no hay acuerdo-- para lograr ese pacto y habló con total naturalidad de la labor que está haciendo César Alierta, presidente de Telefónica y tío del vicepresidente zaragocista, Fernando Sainz de Varanda, para tratar de allanar el camino y solucionar este difícil problema. No solo mencionó su nombre sino que en otra ocasión se refirió a él como el primo de Zumosol.

Los peñistas también preguntaron a Lapetra por las limitaciones económicas, por el ERE que se ha iniciado con el personal del club que no pertenece a la primera y a la segunda plantilla deportiva, por las perspectivas de lograr el retorno a la élite, por la cantera o por la salida de Adán Pérez. Tras este encuentro con el presidente zaragocista, las peñas celebraron su Asamblea General Ordinaria en el mismo gimnasio del club aragonés y allí se aprobaron por unanimidad las cuentas anuales.