Entre su labor en el servicio de Urgencias del Hospital Clínico Lozano Blesa de Zaragoza y como médico internista de otros centros privados de la capital y su puesto como responsable médico del Real Zaragoza divide estos días Ireneo de los Mártines su desempeño profesional. El doctor, que llegó al club en el pasado verano, dio unas pautas a los jugadores antes de empezar este confinamiento que ya dura tres semanas. “Ellos afrontan las medidas con compromiso y responsabilidad con lo que está viviendo la sociedad. Lo que más me preocupa es que no tengan ningún síntoma de que pudieran estar afectados por el coronavirus, tanto ellos como sus familiares. Mantenemos contacto frecuente y ya les dije que ahora yo soy su médico más que nunca y cualquier necesidad que ellos tengan estoy a su disposición”, afirma.

Su labor médica en el Zaragoza se centra en la supervisión tanto del estado de la plantilla para evitar esos contagios de coronavirus como del trabajo físico que están llevando los jugadores. “Ellos son profesionales y tienen que intentar mantenerse en la mejor forma. Son muy receptivos en los trabajos de los preparadores físicos. Son ejercicios en casa a los que ellos no están acostumbrados, trabajos de fuerza y la parte aeróbica se reduce a la bicicleta de spinning. Eso puede suponer problemas de sobrecargas, fundamentalmente agujetas, que es lo que vimos al principio”, relata el doctor De los Mártires, que también está pendiente de los futbolistas que llegaron al parón lesionados o con alguna molestia, sobre todo de Javi Ros, operado en febrero del menisco externo y del cartílago de la rodilla, y Zapater, que estaba en la fase final para su regreso y ya empezaba a trabajar con el grupo. Los jugadores lesionados sí han tenido que seguir haciendo recuperación en la Ciudad Deportiva en estos días.

En todo caso, su trabajo está ahora volcado en su labor médica. “Vivo esta situación de una doble manera, viendo como profesional que el número que diagnosticamos de pacientes con covid-19 es muy alto y que esa luz al final del túnel todavía está muy lejos. Y la vivo a nivel personal con el miedo lógico de que algún familiar o una persona allegada pudiera enfermar”, relata el médico del club aragonés, que reflexiona sobre esta enfermedad. “Estoy en contacto diario con pacientes con covid y se hace duro, física y emocionalmente. Cada día vas a trabajar con el deseo de que cada vez vengan menos pacientes y que alcancemos el ansiado pico de la curva y, cuando acaban las jornadas y haces balance, ves todavía un número muy importante”.

La emoción actual y el respeto posterior

Agradece el doctor De los Mártires, como todos los sanitarios, el aplauso que les llega cada día a las ocho de la tarde. “Te reconforta y te da fuerzas para seguir en primera línea de batalla. Cuando estoy en el banquillo en un partido y oigo corear el nombre de un jugador se me ponen los pelos de punta y tienes esa envidia sana, piensas en lo impresionante que es. Hace unos días cuando me fui a mi casa a lasocho de la tarde estaba la gente aplaudiendo en los balcones y ese día me emocioné. No era para mí, sino para todos los que peleamos en primera línea. En ese momento pensé que no me cambiaba por nada”.

El galeno zaragocista relata en la entrevista en los medios del club cómo los médicos, las enfermeras y los empleadsos de los hospitales tienen que ser estos días un apoyo para enfermos que no pueden ser acompañados por sus familiares, pero sobre todo reivindica la importancia de su profesión, no solo en estos momentos. “Siento a veces tristeza porque somos los mismos que hace seis meses no teníamos ese reconocimiento y seremos los mismos que dentro de un tiempo estaremos atendiendo otras patologías. No somos héroes, no llevamos capa, sino bata blanca o uniforme, y lo único que queremos es que los pacientes se curen lo antes posible. No buscamos aplausos, sino respeto a nuestro trabajo y esperemos que cuanto esto pase sigamos teniendo el mismo respeto que ahora”.

Por último, el doctor De los Mártires deja un claro mensaje de optimismo basado en la unión: “Este partido solo se puede ganar siendo un equipo, formado por médicos, enfermeras, profesionales sanitarios, policías, fuerzas del Ejército, trabajadores de servicios indispensables…Y además de ser un buen equipo necesitamos el aliento del público, desde vuestras casas y cumpliendo las medidas del confinamiento. Seguro que así podemos vernos pronto en La Romareda”, concluye.