-¿Cuánto durmió la noche de autos?

-Tres horas. Llevo sueño retrasado. Ya dormiré.

-¿Soñó?

-Llevaba tiempo soñando con llevar al Zaragoza a Europa. ¿Sabe? Con el cuerpo técnico bromeábamos con clasificarnos para la Youth League y al final todo eso se ha hecho realidad y la próxima temporada podremos disfrutar de equipos europeos en Zaragoza.

-Usted siempre tuvo claro que el equipo iba a hacer historia. ¿De dónde sacó tanta convicción?

-Estaba convencido por cómo entrenan los chicos, por la ambición que tienen y la ilusión por progresar cada día. Desde que ganamos la Liga sabíamos que íbamos a competir la Copa de Campeones y que, si estábamos bien y teníamos una pizca de suerte, íbamos a lograr el título.

-¿Nunca tuvo dudas?

-Lo vi difícil al inicio de la final. Sabíamos que íbamos a sufrir, sobre todo en los primeros quince o veinte minutos porque el campo estaba rápido, el Villarreal le da mucha velocidad al balón y estaban frescos, pero les había dicho a los chicos que, si aguantábamos la primera media hora, a partir de entonces íbamos a crecer en el campo. Porque ellos no habían dado descanso a sus jugadores y nosotros cambiamos a cinco futbolistas en la semifinal. Y eso se notó en la segunda parte y la prórroga. Se nos veía mejor y ellos se fueron encerrando para protegerse. Al final, la suerte y la Virgen del Pilar estuvieron de nuestro lado para traernos la Copa a Zaragoza.

-¿Los penaltis eran un alivio o un problema?

-Llevábamos mes y medio trabajando los penaltis en los entrenamientos. Sabíamos que no íbamos a perder porque a nosotros es muy difícil ganarnos. Habíamos perdido solo un partido en toda la temporada y fue un accidente. Era muy difícil ganarnos. Y los penaltis son una lotería, pero hay que trabajarlos y estos chicos han tirado penaltis continuamente durante semanas y creo que eso fue importante para quitarse esos nervios y saber dónde lo iban a lanzar con plena convicción de que marcarían.

-Pues el primero lo falló Javi Hernández….

-Eso no estaba en los planes. Pero, de repente, ellos también fallaron y ese golpe de moral nos dio más confianza en que los que iban a lanzar después marcarían. Y así fue. No volvió a fallar nadie.

-¿Por qué el Zaragoza es campeón de España?

-Porque somos una familia, nos llevamos todos muy bien tanto los jugadores como el cuerpo técnico y vamos a disfrutar del fútbol. La ilusión y la ambición de estos chicos son increíbles.

-¿Qué aporta Iván Martínez al Zaragoza?

-Yo trabajo con toda la ilusión del mundo. El fútbol es mi vida y mi pasión. Vivo para ello. Me dejo todo para que los jugadores tengan todo lo más claro posible, marcarles el camino a seguir y transmitirles las cualidades y los defectos del rival.

-Nunca antes un entrenador novel en la categoría había conseguido algo así…

-Es el fruto de horas de trabajo e ilusión y de trasladar mi experiencia como jugador. No fui profesional pero he estado en Segunda B y Tercera y cuando he tenido éxito ha sido cuando hemos sido un equipo. Trato de formar a los chicos como futbolistas, pero también como personas, siempre con humildad y respeto al contrario. Quiero que compitan en cada partido y, si el rival es mejor, darle la enhorabuena, seguir trabajando y buscar volver a ganar.

-¿Cómo fue la charla previa a la final?

-Me centré más en el aspecto psicológico que en la táctica. Porque eso lo llevamos trabajando durante todo el año y los chicos han competido siempre. Creo que la clave fue un vídeo que les pusimos el viernes y que Víctor Burdalo y Fernando Cardoso estuvieron preparando durante cinco horas. Nos hizo llorar a todos. Ahí se empezó a ganar la final. La charla fue lo de menos.

-El famoso vídeo de los familiares…

-Aparecían todos pero es que, cuando acabó, estaban fuera esperando a los chicos. Al día siguiente les pusimos otro en el que salían Arbeloa, Borja Iglesias, Vallejo, Luso Delgado o Lafita y todos los equipos de la cantera dejaron un mensaje de ánimo.

-¿Y el primer equipo?

-Se portaron muy bien durante toda la semana. El presidente, Christian Lapetra, Víctor Fernández, Cuartero y José María Barba, que estuvieron en Vigo, Ramón Lozano, Ángel Espinosa, José Luis Arjol, Pedro Suñén… todos han sumado. Y los miembros del cuerpo técnico del primer equipo, el delegado Alberto Belsué y los futbolistas. Sus muestras de cariño han sido impresionantes.

-Y ahora la Copa del Rey. ¿Le preocupa un posible bajón?

-Vamos a disfrutar hasta el miércoles. A partir de ese día, volveremos a entrenar y a poner los pies en el suelo. Quiero dar un premio a los jugadores que no hemos podido inscribir en la Copa de Campeones porque se lo merecen.

-¿Se imagina jugar la Champions en La Romareda?

-No depende de nosotros. El sueño es que equipos europeos vuelvan a Zaragoza y con escuchar el himno ya se nos va a poner la piel de gallina. Si es en La Romareda mucho mejor, pero la disputaremos donde sea.

-Acaba contrato y aún no ha renovado…

-Vamos día a día. No he hablado con el club, aunque Espinosa y Lozano sí me han dicho lo que ellos quieren de mí para el año que viene. Nos tenemos que sentar cuando pase toda esta vorágine, pero yo estoy muy a gusto en el juvenil. Tengo un cuerpo técnico sensacional y jugadores perfectos para mi idea de fútbol.

-¿Su etapa en el juvenil aún no ha acabado?

-Es el club el que tiene que decidir dónde quiere que esté. Mi sueño es entrenar algún día al primer equipo cuando sea y donde sea, aunque ojalá en Primera.