Solo una victoria en siete partidos y apenas siete puntos. Ese es el pobre bagaje como local que atesora hasta ahora el Real Zaragoza en La Romareda y que supone la peor trayectoria de toda su historia en Segunda División. Nunca hubo un arranque peor en casa en las otras 18 temporadas que el Zaragoza militó en la categoría de plata del fútbol español. Esta se lleva la palma. La pobre cosecha del equipo aragonés empeora el que hasta ahora era el peor inicio en casa de la historia en Segunda, que se remontaba a la temporada 2013-14. Entonces, el Zaragoza apenas sumó ocho puntos en los siete primeros encuentros disputados en La Romareda después de que el equipo dirigido por Paco Herrera solo lograra derrotar a Tenerife (3-0) y Ponferradina (2-1), empatara ante Mirandés (0-0) y Alavés (2-2) y cayera derrotado a manos de Lugo (0-1), Recreativo (1-2) y Numancia (1-2).

Esta campaña, el balance ofrece un punto menos (7). Solo se ha logrado un triunfo, hace tres meses, ante el recién ascendido Rayo Majadahonda (2-1). Después, apenas cuatro empates frente a Las Palmas (1-1), Osasuna (1-1), Tenerife (1-1) y Mallorca (2-2) y dos derrotas sufridas ante Lugo (0-2) y Granada (0-2). Esos siete puntos convierten al equipo aragonés en el tercer peor local de la categoría, igualado con Lugo y Nástic y solo mejor que Reus (6) y Extremadura (4).

Ni siquiera la temporada pasada, cuando el Zaragoza también hizo historia con el peor inicio liguero de los últimos tiempos, la escuadra blanquilla estuvo tan mal en casa. Ni mucho menos. A estas alturas de la campaña, con siete encuentros jugados en su feudo, los aragoneses habían sumado 10 puntos como locales, como consecuencia de dos victorias a costa de Numancia (3-0) y Rayo Vallecano (3-2) y cuatro empates frente a Granada (1-1), Nástic (1-1), Osasuna (1-1) y Cultural Leonesa (0-0). En este primer tramo de competición solo se perdió en casa en la cuarta jornada, ante el Alcorcón (0-1). Además, el Zaragoza consiguió sacar adelante las dos eliminatorias de Copa del Rey y eliminó en La Romareda a Granada (3-0) y Lugo (1-0) aunque posteriormente fue derrotado por el Valencia (0-2) en la ida de los dieciseisavos de final. Esta campaña, el Zaragoza también consiguió superar la primera ronda, en casa ante el Deportivo (2-1) pero sucumbió en la segunda frente al Cádiz (0-1).

DINÁMICA TRUNCADA

A excepción de estas dos últimas temporadas, el estadio municipal venía siendo cada vez más inexpugnable desde el último descenso. Aquellos 8 puntos acumulados en la 2013-14, con Paco Herrera en busca del ascenso, fueron superados en los años siguientes. Así, en la 2014-15 y en la 2015-16 se sumaron 12 puntos de 21 posibles, mientras que la mejor cosecha se produjo en la 2016-17, cuando el Zaragoza de Luis Milla fue capaz de conquistar 16 puntos, producto de cinco triunfos ante UCAM Murcia (3-1), Huesca (1-0), Alcorcón (2-0), Almería (2-1) y Mirandés (2-0) además de un empate frente al Córdoba (1-1). Solo el Elche (1-3) fue capaz de llevarse el botín completo de La Romareda.

La paupérrima trayectoria del Zaragoza como local es la peor desde la temporada 2010-11 cuando el equipo, en Primera División, apenas fue capaz de retener cinco puntos en las siete primeras jornadas, lo que sería definitivo para que el entonces entrenador, José Aurelio Gay, fuera destituido tras la undécima jornada dejando su lugar a Javier Aguirre. El equipo solo había podido vencer al Mallorca (3-2) y empatado con Hércules (0-0) y Sporting (2-2). Málaga (3-5), Barcelona (0-2), Sevilla (1-2) y Villarreal (0-3) se marcharon a casa con los tres puntos en el bolsillo. Aquel año se logró una salvación agónica y casi milagrosa.

De este modo, la reacción del Real Zaragoza pasa, fundamentalmente, por revertir la nefasta trayectoria en su feudo. Hasta el final de la primera vuelta, el equipo aragonés debe recibir en La Romareda a cuatro equipos: Cádiz, Córdoba, Extremadura y Málaga. Sumar la mayor cantidad posible de puntos en esos encuentros se antoja clave para alcanzar el objetivo. Cualquiera que sea.