Ni tanto ni tan poco. Ni empezar ganando era sinónimo de ascenso ni caer contra el Alcorcón significa que esté todo perdido, que el Real Zaragoza no vaya a subir. Evidentemente era una incógnita cómo iban a volver los equipos y, a pesar de haber pasado la primera jornada, todavía sigue siéndolo, porque esto es una carrera de fondo de once partidos con su falta de descanso, sus viajes, sanciones, lesiones y estados de ánimo. Un camino corto en el tiempo, pero largo en recorrido todavía.

Pero hay un dato irrefutable: el cómodo colchón de cinco puntos con respecto al tercer clasificado (y el cuarto) se ha desinflado y se ha quedado a menos de un partido, a un tropiezo, a dos puntos tras el triunfo del Huesca en Málaga y el del Almería en Albacete. Sigue el Real Zaragoza en puestos de ascenso directo y a dos puntos del liderato, una situación envidiable, un puesto privilegiado, por encima de todos los rivales menos uno tras una campaña llena de sobresaltos, pero no se comenzó bien y el margen de error se ha reducido.

Además, por delante viene una larga lista de partidos clave. Primero, por la importancia de ir definiendo posiciones de forma mucho más clara de cara a las últimas jornadas. Puede haber descalabros, grandes mejoras o que el statu quo más o menos se mantenga. Pero, sobre todo, en estas próximas tres semanas hay muchos duelos directos y otros tantos de los cuatro primeros contra rivales incómodos, difíciles e instalados entre los diez primeros clasificados.

En esta lista el Real Zaragoza es el peor parado. O el mejor si gana, depende del prisma con el que se mire. Tras visitar al Lugo, llegará a La Romareda el Almería. Después de ir a Almendralejo, vendrá el derbi aragonés con el Huesca en casa y, acto seguido, duelo en Montilivi contra el Girona. Es decir, tres de los cinco próximos rivales son los actuales tercero, cuarto y quinto clasificados, los inmediatos perseguidores del equipo blanquillo, los que amenazan el sueño del ascenso. Y después, el siempre difícil Rayo, que quiere alcanzar el playoff de ascenso. Esos duelos, en función de los resultados de los choques directos y de los otros, marcarán la recta final de la temporada, la situación de cada uno, su margen de fallo y sus ilusiones.

De todos modos, el resto de equipos no está exento de choques ante aspirantes. El Cádiz, líder de Segunda, después de ir a Soria, recibe al Alcorcón (invicto fuera de casa en todo el curso), va a Huesca y también a Elche. Entre medio jugará en casa contra el Tenerife y, después, ante el Real Oviedo.

El Huesca, por su parte, además del derbi aragonés tiene por delante otros dos encuentros ante rivales de la zona alta. El más inmediato, este jueves en casa frente al Mirandés. E inmediatamente antes de visitar La Romareda, recibe al Cádiz en El Alcoraz. El resto son Albacete fuera, Las Palmas en casa y Deportivo en La Coruña.

Por último, el Almería, tras el duelo contra el Real Zaragoza de este sábado, recibe al invicto Alcorcón y visita Anduva para medirse al Mirandés. Son dos equipos que se encuentran de los puestos de promoción, pero en buena dinámica y acechando al Elche, por lo que suponen dos escollos muy importantes para el equipo de José María Gutiérrez.

Así serán los próximos pasos del Real Zaragoza y de sus más rivales. El equipo aragonés tiene la ilusión de cazar al Cádiz, que está a dos puntos tras salvar un punto ayer contra el Rayo, y el objetivo prioritario de mantener por debajo al Huesca y al Almería.