Una buena y otra no tan buena. Dos noticias llegaron ayer a la concentración del Zaragoza en Nyon. Víctor Muñoz vio aliviado su deseo de contar con un portero que rivalice con César Láinez por la titularidad. Ese será Luis García. El guardamenta toledano está atado y el acuerdo con el Numancia se cerrará en breve, a mucho tardar, mañana. Esa fue la llamada que le alegró el día a Víctor. Otra enturbió su sonrisa. El Atlético quiere 4 millones de euros por Movilla, con el que ya hay un consenso total sobre su contrato. El club aragonés no está dispuesto a desembolsar ninguna cantidad por él y jugará una segunda baza. La deuda que arrastra el Atlético con Movilla (1,7 millones de euros) sería la llave que agilizaría la operación, ya que, de denunciar en un juzgado el pago de salario atrasado, inmediatamente no podría jugar como rojiblanco, en una medida de presión que le empujaría hacia La Romareda.

Por lo menos, Víctor ya puede ir eliminando un nombre de su lista de la compra. El Numancia se dejó convencer y dejará marchar a Luis García, que puede firmar hoy su vinculación por tres temporadas con el Zaragoza y está planeado que este mismo viernes se incorpore a su nuevo equipo en Nyon.

SIN REBAJA Finalmente, el intercambio será sólo económico y de por medio no aparecerá ningún jugador como reclamo. La entidad aragonesa deberá abonar 600.000 euros. El acuerdo entre clubs es total y se podría firmar hoy o dilatarse hasta mañana, cuando representantes de ambas partes se encuentren en Madrid durante la asamblea de la Liga Profesional de Fútbol. La palabra del jugador ha sido decisiva para desatascar la operación. Bilic, que el Numancia quería involucrar como moneda de cambio, desechó esta alternativa y, aunque su intención era jugar en Primera, se marchará libre a un destino de Segunda, previsiblemente al Córdoba, que ofrece tres temporadas y una posible opción de recompra al Zaragoza.

El trabajo no ha terminado en las oficinas de La Romareda. Ni mucho menos. Por el bien de Víctor Muñoz, ya se llegó a un acuerdo con Movilla. Se le abonarán los 5,5 millones de euros por cuatro temporadas que pedía el jugador por vestir de nuevo la camiseta blanquilla, pero parte de este sueldo se le desembolsará si llega a cumplir una serie de incentivos deportivos. Este frente está cerrado, pero ayer, el Atlético endureció, cuando todo parecía hecho, la batalla por otra parte. El club del Manzanares quiere cobrar 4 millones de euros por el traspaso, algo que el Zaragoza no contemplaba y que se niega a realizar. La llave de su destino todavía puede tenerla el propio jugador. El Atlético adeuda 1,7 millones a Movilla. Si el centrocampista denuncia este impago, inmediatamente, el juez impediría que El Pelado fuese alineado con el Atlético el sábado en la Intertoto. Esta medida de presión ubicaría al club madrileño en una tesitura complicada y favorecería la marcha del jugador. Si no se juega esta baza, la entidad renunciaría definitivamente a este fichaje y se decantaría por Celades, que quedará libre en el Madrid.

ACUERDO CON EL OTRO LUIS GARCíA La próxima llegada podría ser la del otro Luis García. Las posturas entre el Zaragoza y el Murcia se han acercado y el jugador ya se ha apalabrado con la entidad aragonesa. Su club de origen pide 2,3 millones, cantidad que desde La Romareda se intenta adelgazar con alguna cesión. El defensa Chechu Dorado podría ser una pieza cotizada para los pimentoneros . Otro de los descartes, García Granero, ya está tentado por una oferta del Lleida. No es el único Segunda que pesca por Nyon. El Almería también está al acecho.