Luis Suárez miró al frente cuando, por desgracia, Dwamena tuvo que dejar la práctica del fútbol profesional. Dio un paso adelante, se echó la responsabilidad anotadora a la espalda y la mochila no le pesa en absoluto, como lleva demostrando toda la campaña. Y ahora, en el plano colectivo, más de lo mismo, porque el ariete cafetero tiene hambre de éxito y de goles y siempre quiere más, así que apunta al liderato de Segunda División. Ambición a raudales.

“Estamos mirando a la primera posición porque es lo que hacemos desde la primera fecha. Vamos por muy bien camino y creo que se puede dar muy pronto”, afirmó el colombiano. Eso sí, no se vuelve loco con llegar al primer puesto, ya que el objetivo prioritario es seguir aumentando la distancia con el tercer puesto: “Da igual si se asciende como primero o segundo, lo importante es subir. Ese es el objetivo marcado desde la pretemporada y por ello estamos luchando. Creo que lo más normal es ir sacándole puntos al tercero y después de eso mirar hacia la primera plaza”, puntualizó.

Una porción importante de la culpa de que el Real Zaragoza esté en tal posición de privilegio actualmente la tiene el delantero. Sus 16 goles, entrega, lucha, compromiso, ambición, garra y compañerismo son motivos de peso para creer en el ascenso, pero aquel Luis Suárez que llegó de descender con el Nástic al de ahora, meses después, es distinto y ha adquirido más madurez.

Al principio, contó, “era el segundo punta y ayudaba a Rapha (Dwamena)”, pero después, tras la baja indefinida del ghanés, “tuve que cambiar ese pensamiento y ponerme al frente del equipo”. Reconoció que “en los primeros partidos me costó adaptarme, pero he ayudado desde mi posición”, así como que, “desgraciadamente”, el problema de Dwamena “me benefició porque he cambiado mi forma de jugar y me he sentido más cómodo y con más espacio, como me gusta”.

Y la selección también está en el horizonte, si bien confesó que todavía no ha hablado con el seleccionador Carlos Queiroz ni con la Federación colombiana: "Ya me llegará el momento. Cualquier jugador colombiano, si no piensa en eso, no tiene ninguna ambición. En mi cabeza siempre está eso y si es una Copa América, mucho mejor", aseguró.

De ovación en ovación

El carácter guerrero de Luis Suárez le entró por los ojos a La Romareda desde el primer instante y el cafetero corresponde con mucha lucha y goles. Se ha creado una historia de amor con los aficionados que el delantero agradece: “No tengo suficientes adjetivos buenos para ellos. Siempre están con nosotros y apoyándonos y en mi caso, como varias veces antes, cada vez que salgo se ponen en pie y me ovacionan. Para mí es un orgullo”, subrayó.

Contra el Deportivo salió, de nuevo, con La Romareda volcada y coreando su nombre y no era para menos para premiar su esfuerzo ya que, además, jugó sin tener el tobillo en perfecto estado. Eso sí, tranquilizó de cara al encuentro contra el Racing. “Me encuentro un poco mejor, aunque todavía con dolorcillo. En el último partido no me sentí muy cómodo porque notaba el tobillo muy apretado, pero para este fin de semana creo que estaré al 100%”, explicó.

Mismas bajas

En el entrenamiento matinal de este jueves de cara a preparar el encuentro frente al Racing de Santander del sábado, Víctor Fernández volvió a contar con las bajas de James Igbekeme, Javi Ros y Alberto Zapater por lesión. El resto de integrantes de la primera plantilla trabajaron a las órdenes del técnico aragonés y, salvo percance, estarán disponibles para el choque en El Sardinero.