—¿Qué tal están de ánimo siendo que van colistas?

—Es una situación complicada y nadie se acostumbra a ella. Intentas llevarlo lo mejor posible, pero las semanas se hacen muy largas. Cuando el resultado acompaña, bien; pero cuando es malo, es muy difícil.

—¿Qué explicación tiene para que el Nástic vaya tan mal en este arranque de la temporada?

—Hemos tenido muchísimos problemas con las lesiones y hubo bastante gente que vino en los últimos días de plazo del mercado que llegó lesionada o no bien físicamente. Ha habido jornadas de tener que contar con tres o cuatro jugadores en la convocatoria del segundo equipo y así es complicado.

—Aunque cayeron en su último partido contra el Albacete, ¿la victoria contra el Oviedo en la anterior jornada les hace ver el camino a seguir?

—Ante el Oviedo fue el primer partido con Enrique Martín Monreal, con el nuevo míster, y se vio un equipo comprometido, que corre y que quiere. Ese tiene que ser nuestro espejo y tenemos que agarrarnos a ese tipo de partidos porque tenemos jugadores para hacerlo mucho mejor.

—Como en el caso del Zaragoza, el Nástic también destituyó muy pronto a su entrenador. ¿Cree que fue precipitado?

—Es complicado. Lo más fácil es echar al entrenador y en nuestro caso fue en la jornada 10, con seis puntos y con no muy buena imagen. No sé si era el momento o no, pero se decidió así. El cambio de dinámica nos vino bien, como en casi todos los equipos, porque el jugador aprieta más.

—El Nástic es el equipo que menos goles suma. ¿Por qué?

—Quitando el día del Oviedo, que tuvimos cuatro o cinco ocasiones, en los demás no hemos tenido oportunidades. No hemos generado lo suficiente. En nuestro equipo hay nombres y gente con calidad para generar cosas y aportar en ataque. No hemos ido bien ni en ataque ni en defensa.

—A nivel personal ya se ha recuperado de la lesión que le tuvo fuera varios partidos, aunque no ha conseguido marcar. ¿Qué tal se encuentra?

—Poco a poco estoy mejor. Me he perdido varios partidos. Además, el primer mes de la paternidad es muy duro y me ha costado físicamente, porque te cambia el descanso y la forma de vida. Poco a poco espero aportar goles.

—¿Cómo ve la situación del Real Zaragoza? Parece muy similar a la suya.

—Sí, pero elevado a lo que es el Zaragoza y lo que exige la afición y una plantilla hecha para pelear por estar arriba. Quizá tienen algo más de presión que nosotros por eso, pero es muy buen equipo y con buenos jugadores. Han tenido bajas clave e imagino que estará ahí circunstancialmente porque es un muy buen equipo.

—Por su estado de nerviosismo y su mala dinámica, ¿es el mejor rival al que se podrían enfrentar ahora mismo y además en casa?

—Nunca se sabe. Igual juegas contra el Málaga y viene relajado. Va a ser un partido en el que tenemos que estar muy, muy bien para superar al Zaragoza y ellos vienen a casa del colista y pensarán que, dentro de lo que cabe, es un encuentro factible.

—¿Es un partido de urgencias ya a estar alturas de temporada?

—Sí. Nosotros vamos últimos y necesitamos ganar partidos y puntos como el que más. Y el Zaragoza está en los puestos de abajo y no es su posición. Es un partido de necesitados.

—¿La clave de la victoria pasará por cuál de los dos equipos es capaz de contener mejor sus nervios?

—Puede ser. Por ejemplo nosotros hemos perdido partidos por errores tontos. El que menos fallos cometa y el que más tranquilo y sereno esté dentro de la necesidad que tenemos ambos equipos es el que se llevará el partido.