-¿Se ha quitado un peso de encima?

-Ahora ya estoy mucho más contento porque ha entrado mi primer gol, pero ahora lo que hay que hacer es seguir trabajando para que sean muchos más. En ello estoy.

-Decía Perone que se le veía algo así como agobiado.

-Agobiado no, pero es verdad que ha costado. Sabía que estaba trabajando bien y por fin ha llegado. Pero ya le digo que esto no para y hay que seguir igual.

-¿Recuerda la jugada?

-La tengo bastante presente, sí, pero ya queda lejos. Ahora solo me centro en el partido del lunes y en ganar a Osasuna.

-Cuando ve llegar el balón servido por Zapater, ¿le da tiempo a pensar qué hacer: si asegurar o romper?

-La verdad es que no te da demasiado tiempo a pensar tantas cosas. Tú ves la portería y lo único que quieres es que el balón entre. Y entró. Así que feliz.

-Sobre usted había dos teorías. Hay quien sostenía que lo importante era su trabajo por encima de los goles y quien matizaba que un delantero debe, ante todo, marcar. ¿Quién tiene razón?

-Creo que son dos versiones compatibles. Pero lo que yo quiero es que el equipo juegue lo mejor posible y ante todo, que gane siempre. Le aseguro que me sentaría bien ganar todos los partidos y que yo no volviera a marcar.

-¿Le sorprendió perder la titularidad en Albacete?

-No sabía si iba a jugar o no, pero cada minuto que esté en el campo lo voy a dar todo. Sea de inicio o no. No pienso cambiar mi forma de trabajar y daré lo máximo siempre.

-Su entrada ejerció de revulsivo. El Zaragoza cambió.

-No estuvimos bien al inicio, esa es la verdad. Pero con los cambios y, sobre todo, el descanso, pudimos modificar eso y se vio al equipo que somos realmente.

-¿Y qué cambió? ¿Hubo más miradas o voces en el vestuario?

-Dijimos lo que teníamos que hacer y cómo hacerlo. Y salió muy bien.

-¿Y qué había que hacer?

-Jugar como lo sabe hacer el Zaragoza. No lo habíamos hecho en la primera parte pero sí después. Ese es el camino. Necesitamos seguir todos los partidos como la segunda parte ante el Albacete. Si somos capaces de dar continuidad a ese segundo periodo se va a ver al Zaragoza que queremos.

-¿Se siente ya plenamente integrado o es pronto? ¿Es todo como se esperaba?

-Me esperaba algo muy parecido a lo que me he encontrado. Un gran grupo, un gran equipo, un gran club y una gran ciudad. La verdad es que me he adaptado muy bien y estoy muy contento y feliz. Espero que sea así hasta el final de temporada.

-¿Le ha sorprendido algo en particular?

-Tenía ya muy vistos a los futbolistas desde el año pasado. Sabía cómo jugaban y me han ayudado mucho a que la adaptación haya sido rápida. Lo único que me ha sorprendido es que hace mucho aire. A eso todavía me estoy adaptando.

-¿Quién le va a ir mejor a quién, usted al Zaragoza o el Zaragoza a usted?

-Ambas cosas. Yo le voy a ir bien al Zaragoza y el Zaragoza me va a ir muy bien a mí, sobre todo, después de un mal año la pasada temporada, cuando el equipo -el Sevilla Atlético- bajó y yo no estuve bien. Ahora me siento otra vez futbolista y eso se lo agradezco mucho al Real Zaragoza.

-¿De un mal año se aprende más que de uno bueno?

-Mucho más. Aprendes lo que no tienes que hacer y el camino por el que no tienes que ir. Eso es vital.

-La temporada es clave para el Zaragoza. ¿también para usted?

-Sabemos que el objetivo es subir a Primera División, pero la temporada es larguísima y tan solo llevamos siete jornadas disputadas. Hay que ir poco a poco. Si vamos obsesionados desde el principio con ascender ya, no lo lograremos. Tenemos que ir poco a poco en busca del objetivo.