--¿Están sus acciones del Zaragoza embargadas?

--Lo primero, a mí no se me ha notificado. Están mezclando todo, porque las acciones del Zaragoza no las puede embargar el BBVA porque no están a mi nombre, sino a nombre de Monasterio de Veruela. Yo he dejado en el BBVA facturas, escrituras, lo que ha hecho falta. Si quiere ese banco que compre el club y no creo que lo haga. En todo caso, esto no va a afectar en nada al proceso de compra.

--Pero ese embargo y todo lo que se está viviendo en las últimas semanas no favorecen la imagen de usted ni de su grupo.

--Mire, las cosas se han torcido, porque no es que yo fuera a comprar el Zaragoza. Yo quería hacer una intermediación y salirme, cobrar una comisión, como hacen muchos en otros trabajos. Eso hago con pisos y ahora ha sido un club de fútbol, que es algo más complejo, mucho más profundo, pero en la escritura, en la operación en sí, es lo mismo. Si llevo desde noviembre en esto... Yo creía que en enero ya iba a poder cerrar todo y aún estamos. Además, nosotros no sabemos qué es tener un club, no sabemos de fútbol. Ninguno de este grupo ha jugado al fútbol, ninguno.

--Ser, pues, un intermediario.

--Yo lo he sido en esta operación. Si yo entro es por hacerle un favor al Zaragoza. No queremos que se nos ponga como salvadores, porque no nos consideramos así, pero tampoco los golpes que estamos recibiendo. En mi caso, más y mezclando lo personal. Mis socios me han obligado a quedarme y lo he hecho a gusto. Es como si vendes un solar y te obligan a quedarte un porcentaje. Con la diferencia de que lo que arrastra y la repercusión del Zaragoza es tremenda, increíble.

--Pero la imagen que están dando es de mucha improvisación.

--Este proceso de venta se nos ha escapado, es verdad. Yo llevaba todo en silencio, me he reunido con mucha gente con mis socios y con otros, con muchos fondos sin fondos, con árabes falsos. En el Hotel Meliá Castilla me sucedió que vino un tipo disfrazado de árabe. Es alucinante. No sé qué ganarán con esto. La única opción que Agapito vio factible ha sido la nuestra y el club por ahora es viable.

--¿Conoce a Kadir Sheikh?

--Claro, desde hace meses. Kadir nunca tuvo la idea de comprar el Zaragoza. Iba a dar un crédito, un préstamo a Agapito. Ahora, por lo que dice, sí parece haberle dado por comprar el club. Yo me siento con él y con quien haga falta. Con la gente que me he sentado yo en esos meses, que al final no eran nadie, aunque se presentan como si fueran la repera. Y es que, además, había muchos en Zaragoza que parecía que querían que el club se lo vendiera Agapito a los que decían ellos, que nosotros no nos lo quedáramos. No entiendo cómo podían decir eso. Es como si te vas a casar y el cura te dice con quién te tienes que casar. Agapito podía vender a quien quiera y así lo ha hecho.

--Oliver dice que él los presentó.

--A Agapito lo conozco desde hace tiempo. Luis Oliver estuvo en una reunión, quería participar siendo director general y es un hombre de fútbol. No niego que lo podía haber hecho bien y ahí está el Betis como ejemplo. A Luis no le tengo por mala persona, pero en el grupo no querían que entrara y ahí se acabó todo.

--Al final va a desembarcar un grupo inversor mexicano

--El Zaragoza tenía garantizada la supervivencia hasta la próxima Liga, pero necesitamos este grupo para hacer un equipo competitivo. Para mí son de largo la mejor elección, los más serios, un proyecto humilde, pero solvente, muy bien trabajado.

--El temor de muchos es que Agapito haya estado detrás de todo.

--Agapito no está detrás de nada. Nunca ha querido estar, ha querido siempre quitarse de enmedio. Ha tenido un comportamiento serio, facilitando todas las cosas y si hemos tardado en llegar ha sido por el tema deportivo. Por él hubiera vendido en el minuto uno. Agapito tenía otras pretensiones económicas, que después no ha podido. Yo al principio me lo creía que iba a venir algún perturbado y pondría 40 millones o 30 o 26. Uno dice que paga 16, que pone 10 en el juzgado, 8 para empezar la Liga... Eso es un chollo, ¿no?

--La gente sobre todo quiere saber qué va a pasar con el equipo, quién va a estar ahí.

--La próxima semana se van a ir desvelando algunas cosas. Víctor Muñoz va a seguir de entrenador, eso seguro.

--Martín González como director deportivo...

--Nos lo han aconsejado y ahora tenemos que hablar con él.

--A la afición les chirría que sigan Checa y Cuartero en el club. Es señal de continuidad.

--Son buena gente. No sé si chirría o no. Por mí y por mis socios, siguen, pero a ver qué dice el grupo mexicano. ¿Sabe el trabajo que hacen, lo importantes que son? Conocen el puesto, el club, se quedaron en el consejo con Agapito porque tenían que estar y haber un mínimo en el consejo.

--¿Qué opina de las salidas de Víctor Otal y de Míchel Castillo?

--No sé cómo Otal puede decir que sus acciones pasan a Agapito. Él se queda como asesor, pero no quiere coger la responsabilidad que llevamos otros. Míchel Castillo se va por temas profesionales y familiares, ha tenido desde su familia la oposición de decirle que no pintaba nada en este fregado. En realidad solo se ha ido uno, porque Castillo y Otal representaban la misma parte accionarial. Ya le dije a Víctor, si a ti lo que te gusta es la pesca, qué haces en el fútbol, que te vas a fastidiar los domingos....

--En lo personal usted está en el punto de mira. ¿Cómo lleva todo esto?

--Hay un hartazgo. Pasan cosas que te hacen estar jodido y lo he estado, pero como recibo más apoyos positivos que negativos, tiro para adelante. Si mi presencia hace falta para que el Zaragoza siga vivo, para que avance, me quedo y sigo. Yo sé que para mis socios mi presencia no es un problema. De hecho, si están mis socios aquí es por mí. Pero si mi persona no hace falta para nada, pues para qué voy a estar. Me voy si hace falta en dos semanas.