Tras estar fuera dos partidos, saldados ambos con derrota, Víctor Muñoz contará, salvo sorpresa, con Mario ante el Betis. Tanto el cuerpo técnico como el jugador son moderadamente optimistas porque las molestias en la cresta ilíaca, donde el central sufrió un fuerte golpe que le produjo una pequeña rotura fibrilar en el oblicuo, han disminuido mucho y se confía que desaparezcan a lo largo de la semana.

Mario estuvo realizando ayer carrera continua y una hora de ejercicios con el preparador físico, Andrés Ubieto, y las molestias, sin desaparecer, ya fueron mucho menores que el viernes, cuando el central se probó antes de viajar a Gijón y el dolor era demasiado intenso para pensar en jugar. Hoy, día de fiesta de la plantilla, volverá a ejercitarse en solitario y la idea es que mañana, en la vuelta al trabajo, o como mucho pasado, trabaje con el resto. Si cumple ese guión, su presencia estará asegurada el domingo ante el Betis, uno de los equipos en los que militó el central zaragocista.

Mario se lesionó en la víspera del choque ante el Tenerife y en ese partido hizo el calentamiento previo al encuentro, pero se decidió no arriesgar para que entrara Vallejo y formara dupla con Rubén. Contra el Sporting de Gijón el dolor apenas remitió y el defensa canario fue también baja. Entre ambos partidos, el Zaragoza ha cosechado un total de seis goles, tres marcados por el cuadro isleño y otros tantos por el sportinguista.

SIN VALLEJO

La ausencia de Mario se ha revelado como vital en los últimos partidos, por el plus de intensidad y de concentración que añade a una defensa que ante el Betis tiene la baja segura de Vallejo, que ha sido convocado por la selección sub-19 para un torneo UEFA que se disputa en Tesalónica y del que regresará el 18 de noviembre.