Víctor Muñoz tiene que pensar ya un plan alternativo para cubrir un hueco inesperado en su once titular. A las primeras de cambio se le ha roto Movilla, el cerebro del equipo, un vértebra clave para el equipo por el que el club forcejeó todo el verano para arrebatárselo al Atlético de Madrid. En el triunfante debut liguero frente al Getafe, el centrocampista madrileño se fracturó la base su dedo pulgar derecho y, tras ser operado ayer, podría llegar a ser baja para las próximas tres semanas, con lo que corre el riesgo de perderse el próximo partido de Liga en Málaga (12 de septiembre) y el encuentro de ida de la primera eliminatoria de la UEFA frente al Sigma Olomouc checo en La Romareda (miércoles 16 de septiembre). "El jugador quiere reaparecer ante el Málaga, pero lo recomendable en estos casos es permanecer tres semanas sin jugar para evitar problemas. Todo dependerá de la evolución de la lesión y de si el jugador puede sentirse cómodo con una fédula protectora que el club quiere ponerle en la zona lesionada", declaró ayer Antonio Maestro, el médico que operó a José María Movilla.

El jugador fue intervenido ayer por la mañana de la fractura de base del primer metacarsiano (dedo pulgar) de la mano derecha que se produjo el domingo tras recibir una patada involuntaria de su excompañero Yordi en la primera mitad del encuentro ante el Getafe. El jugador pudo finalizar el partido con un vendaje protector y reflejando en su rostro claros indicios de dolor. Tras el encuentro, el Pelado fue sometido a una ecografía que confirmaba la lesión y la necesidad de pasar por el quirófano.

CUARENTA DUAS DE RECUPERACIpN La operación realizada en la Clínica Quirón por Antonio Maestro fue todo un éxito, aunque, como expresó el facultativo, este tipo de intervenciones son "complicadas. En este tipo de lesiones suelen producirse tres fragmentaciones del metacarsiano, que denominamos fracturas de Rolando. En este caso, Movilla se había producido cinco. Las hemos podido unir por una serie de chapas y tornillos", explicó ayer el doctor Antonio Maestro.

Movilla recibió el alta a las 17.00 horas de ayer y salió de la clínica con el brazo en cabestrillo. El centrocampista deberá mantener esta protección de escayola para cubrir los puntos de la herida e inmovilizar la zona operada. Se cifra entre 40 a 50 días el periodo en el que la fractura terminará definitivamente de soldarse. "Es una fractura y si no hay complicaciones, la normalidad se recuperará de 40 a 50 días", indicó el doctor Maestro. No obstante y para alivio de Víctor Muñoz, el técnico no tendrá que esperar todo este tiempo para incluir en su alineación a un jugador que considera básico en sus planteamientos tácticos. Con el uso de una fédula plástica que recubra la escayola y la proteja de posibles golpes durante el transcurso del juego. Este mismo método se utilizó durante la temporada pasada cuando Cani sufrió una rotura del tabique nasal y debió jugar varios partidos con una molesta máscara que le impedía una visibilidad normal.

EL SEGUIMIENTO Movilla tendrá un seguimiento particular, ayudado en el parón liguero que se efectuará esta semana, y mañana mismo volverá por la mañana a la Clínica Quirón para sanear la herida provocada en la intervención, cambiarse la escayola y comprobar la evolución de la hinchazón de la mano. El desarrollo de la recuperación de la lesión pone en un aprieto a Víctor Muñoz, que de no contradecir las palabras médicas y hacer jugar a Movilla, deberá buscar un nuevo cerebro .