En esta temporada tan atípica y desilusionante, en la que el objetivo final resulta ser completamente distinto al del comienzo del curso, el Real Zaragoza se agarra a cualquier ayuda. Todo detalle, por pequeño que sea, resulta importante cuando está en juego algo tan grave para la institución y el entorno como un descenso a Segunda División B. Han vuelto los fantasmas y el acecho de la zona roja después de un periodo de calma en el que incluso desde el vestuario se hablaba, quizá con más corazón que cabeza, que se podía llegar al playoff de ascenso. Mientras, Víctor Fernández se ha hartado de repetir, en las duras y en las maduras, que se iba a sufrir hasta el final. De momento, el guion que se está cumpliendo es el del técnico.

Los rivales directos, especialmente el Extremadura, se han puesto las pilas y al equipo blanquillo le ha pillado con el paso cambiado, por lo que esta jornada de parón, en la que va a sumar los tres puntos contra el Reus, llega en un gran momento por muchos motivos. De hecho, posiblemente en el mejor.

El capricho del calendario deparó que en Semana Santa llegase el choque contra el Reus y su desaparición de la competición en Segunda División ha propiciado que al equipo aragonés le toque descansar, no jugar y ganar automáticamente tres puntos, como le sucede al resto de planteles de la categoría de plata.

En el seno del club aragonés están convencidos de que este pequeño parón llega en el momento crucial y que le va a venir al equipo muy bien para afrontar el tramo final de la temporada, porque la situación, como Raúl Guti dijo ayer, «es complicada» y la temporada «no es la adecuada».

El conjunto blanquillo ha conseguido solamente 8 de los últimos 27 puntos en juego, con dos victorias (Elche y Nástic) y dos empates (Cádiz, teniendo el partido en el bolsillo, y Albacete). Es un bagaje para terminar sufriendo, por lo que los tres puntos contra el Reus son un alivio ya que, como mínimo, se mantendrá el fino colchón de dos puntos con el descenso que marca el Extremadura, conjunto que visitará al Deportivo en Riazor.

Anímicamente también es de gran ayuda. Verse en la clasificación algo mejor siempre refuerza y servirá para olvidar la última derrota ante el Alcorcón, que fue dolorosa. «Nos va a venir bien, porque necesitamos un fin de semana para desconectar de lo que pasó», afirmó Guti en referencia al duelo contra los alfareros. Fue un golpe muy duro por las circunstancias y en el club lo saben. Por eso, ayer Christian Lapetra, presidente de la entidad, se pasó por el entrenamiento para saludar y animar a los jugadores.

El aspecto físico / Ganar es importante, pero también, como recalcó varias veces el canterano, para «desconectar del todo». «La situación ahora mismo es complicada, pero nos va a venir bien para desconectar, para estar más unidos que nunca». Tanto quiere abstraerse, que al menos el canterano no quiere ver los encuentros de los rivales directos porque en realidad «saquen o no puntos», todo depende «de nosotros». Si gana, se mantendrá en Segunda. Así de simple.

Otro aspecto de vital importancia es el apartado físico. Está siendo una campaña especialmente dolorosa en todos los sentidos y las lesiones se han cebado con el equipo aragonés. Estas dos semanas de preparación para el encuentro ante el Córdoba, que dicho sea de paso para Guti «es el partido más importante por ser el siguiente», servirán para recuperar a muchos de los tocados y lesionados, lo que permitirá, si no hay percances inesperados, que Víctor Fernández tenga un abanico de posibilidades para plantear el vital choque contra el cuadro califa.

El centrocampista también valoró positivamente ayer el parón ya que servirá «para recuperar a jugadores importantes como James, por ejemplo, que seguramente se recupere». Alberto Benito ya estuvo cerca de entrar en la citación ante el Alcorcón, pero se decidió no forzar y estará contra el Córdoba. Lasure se encuentra en la recta final de su recuperación y también apunta a volver, lo mismo que Chechu Dorado, que también estará, salvo sorpresa, disponible para el técnico.

Los tres defensas se unen a James, cuya evolución del golpe en el peroné marcará su presencia en el Nuevo Arcángel, y a Papu, que regresará tras más de tres meses lejos de los terrenos de juego y con viaje a Georgia incluido para ser tratado de su tobillo. El Zaragoza recupera efectivos y gana puntos para el tramo decisivo del curso.