--Con la permanencia lograda a falta de una jornada de Liga es el momento de hacer balance...

--La temporada se puede dar por buena. Ha sido un año lleno de sobresaltos, pero con un final feliz, ya que un equipo recién ascendido y en formación logró la permanencia y se adornó de forma brillante con un título de Copa.

--Pero se ha sufrido mucho en la Liga. Quizá demasiado.

--Nosotros siempre fuimos más prudentes de lo que podían serlo en el exterior. Sabíamos que al equipo le iba a costar adaptarse, salir adelante. Arrancamos con dificultades, empezamos la segunda vuelta en puestos de descenso y esa rémora la fuimos arrastrando. Por el medio se quedó un entrenador, tuvimos que apostar por otro y la situación se recondujo de tal forma que tuvimos un paréntesis muy bueno, con siete jornadas sin perder y un título de Copa. Logramos muchos puntos de renta con el descenso y el pecado fue pensar que estaba hecho, entrar en una fase de cierta relajación, con otras circunstancias, como dos arbitrajes que nos perjudicaron, pero al final supimos reaccionar.

--Lo vivido ha dejado, sin embargo, varias enseñanzas. Por ejemplo, la plantilla real utilizada por Flores y sobre todo por Víctor ha sido muy corta. Con muchos futbolistas que apenas contaban.

--Pero ésa es una enseñanza con mala solución, porque en todas las plantillas va a haber jugadores que cuentan poco. El mismo Carlos Queiroz después de la final de Copa apuntó que teníamos muchos más recursos que el Real Madrid. Además, un equipo como el Zaragoza es imposible que tenga dos jugadores del mismo nivel por puesto. El presupuesto no llega para eso.

--También se pecó de inexperiencia.

--El equipo se metió en problemas muy pronto y ahí se pudo notar esa inexperiencia en algunos jugadores. Sin embargo, el club apuesta por jugadores con una cierta proyección de futuro y eso entraña ciertos riesgos. De todas formas, esa juventud de muchos futbolistas se transformó en ilusión, compromiso y hambre de éxito, por lo que ha dado también sus frutos.

--Hasta diez futbolistas terminan su vinculación con el Zaragoza y muchos no van a seguir. Es el momento de realizar la segunda parte de la renovación tranquila iniciada el pasado verano.

--Es el momento de continuar con el mismo talante y tranquilidad. Hay jugadores que terminan y a nadie se le escapa que varios no continuarán y que algunos tienen posibilidades de seguir. Eso tampoco quiere decir que el Zaragoza vaya a fichar a diez jugadores, porque eso no será posible, pero los que vengan lo harán para aportar, para tener un puesto relevante, y no a acompañar.

--Pocos fichajes y de calidad.

--Esa es la base, porque insisto: el Zaragoza no se puede permitir una plantilla larga.

--Tampoco Víctor la va a pedir: quiere un máximo de 22 futbolistas.

--Por supuesto. Víctor está en la misma sintonía que el club, en traer jugadores que nos puedan ayudar sin establecer un número fijo de incorporaciones, ya que fichar no es fácil, no es ir a un supermercado y comprar, depende de las posibilidades que se abran, de las necesidades del club. Y también de la suerte.

--Dentro de esos jugadores que finalizan su vinculación los casos de Dani y Movilla son especiales, porque la intención es que sigan. ¿Cómo ve ambas situaciones?

--Los dos han aportados cosas, siendo titulares y dando rendimiento. Dani es un jugador que nos convence, ha conseguido hacer cosas importantes y no podemos despreciar esta oportunidad. Con Movilla es un diálogo más complicado porque hay que esperar a lo que diga el Atlético. De todas formas, queremos hablar con todos los que terminan contrato, aunque esperaremos a que acabe la Liga. Es un plazo de una semana que tampoco es muy relevante.

--¿Siente que es un momento decisivo para usted?

--Desde que llegué hace dos años lo es. No hay ninguna novedad. Estoy acostumbrado a ello y espero que las decisiones que tomemos sirvan para que el Zaragoza consiga consolidarse y tener una plantilla lo suficientemente competitiva.

--Y también para no sufrir tanto el próximo curso.

--Por supuesto. A nadie le agrada pasarlo mal. Nuestra responsabilidad y nuestro compromiso es hacer las cosas para que el Zaragoza sea cada día mejor. Ojalá sea posible.