El Alavés es el mismo que eliminó al Celta, al Valladolid, a la Real Sociedad... Un equipo de Segunda División cuyo único objetivo es el ascenso y que ha jugado todas las eliminatorias de la Copa del Rey con una gran parte de sus reservas. Y sin embargo, en las últimas horas, ha ganado peso muscular en el torneo y seguidores en las ventanillas de apuestas. La causa de su crecimiento no es otra que la pérdida paralela de credibilidad de un Zaragoza que sembró todos sus caminos de dudas tras la infame derrota de Murcia.

El equipo de Víctor Muñoz, que en su trayecto ha dejado un par de víctimas sólo ilustres esta temporada por nombre (Betis y Bar§a) saldrá esta noche (21.00 horas) de favorito en el coqueto Mendizorroza. Si acepta ese papel, deberá hacerlo desde la humildad y, sobre todo, mostrando una imagen de conjunto elevado en la lucha que se prevé. Si actúa con los complejos y el enanismo de La Condomina, puede ser presa del Alavés o de cualquiera que se vista por los pies.

HACIA LA FINAL Este partido no es una broma, ni llega en mal o buen momento. Llega y punto, y lo hace para dar un paso firme hacia la final, que es una palabra mayor para este club, y posiblemente hacia Europa. Víctor Muñoz, que es quien más en serio parece tomarse todo dentro de la casa, hará que las perlas de invierno sean titulares. Ayer probó con Dani y Movilla en una hipotética alineación y todo indica que serán fijos ante el Alavés porque han venido para marcar diferencias y porque los minutos de competición que les falta a ambos han de sumarlos cuanto antes. Dani tendrá de pareja en ataque a Drulic, y Movilla dirigirá la orquesta con Cuartero protegiendo los instrumentos. Será pronto para sacar conclusiones de este par de incorporaciones, o puede que no...

Descargar toda la responsabilidad sobre ellos se antoja un error y una irresponsabilidad. El resto de los jugadores han de aportar mucho más de lo que han ofrecido hasta ahora. Si se abandonan a la dependencia de los nuevos, que de cracks no tienen nada, peligrará la Copa y peligrará la Liga. Movilla, versátil, aguerrido y dotado para la musicalidad que pide el balón en esa zona, mejorará sin duda todos los registros del centrocampismo, y de Dani habrá que descubrir cuánto puede dar de sí después de tanto tiempo perdido en el Bar§a. A toda máquina ellos y a toda máquina los que van a estar a su lado. Si uno de los once se distrae, el castillo de naipes se desmorona.

Habrá cambios en los laterales defensivos. Uno, el de Ferrón por Rebosio, a causa de una lesión en la rodilla que dejó ayer al peruano fuera de combate, y el otro, el de Toledo por Pirri, por decisión técnica. Ponzio no entró en la lista porque, según dio entender Víctor, las tres plazas de extranjeros estarán cubiertas hoy en el campo (Alvaro, Toledo y Drulic) y porque el argentino sólo podría entrar por uno de ellos, lo que merma la maniobrabilidad en caso de sustitución. A su compatriota Galletti le tocó también descansar, así que Cani se traslada al costado derecho y deja el izquierdo para Savio tras su breve experiencia de mediapunta.

Del Alavés se sabe que le cuesta marcar, como al Real Zaragoza, y que juega a ráfagas. Pepe Mel seguirá fiel a su reserva de lujo pese a que la final está a la vuelta de la esquina. Víctor lo quiere todo, mostrando un perfil profesional del que deberían tomar nota sus jugadores. La Copa llega cargada de motivos suficientes como para dejarse de quejas y de memeces, la principal creer que el Alavés es inferior.