El Zaragoza ha sido multado por la Comisión Antiviolencia con 20.000 euros por permitir que en el partido contra el Sevilla Atlético el grupo Ligallo «introdujera y desplegara en la grada un tifo de grandes dimensiones que no contaba con el permiso del coordinador de seguridad al suponer un apoyo explícito a un grupo con acreditada participación en incidentes violentos». En la pancarta ponía: «Herederos de una historia cargada de gloria y honor». El club aragonés piensa recurrir la multa.

Además, la Liga denunció que «en el minuto 74, y tras amonestar el árbitro al portero Ondoa, cerca de un millar de aficionados locales entonaron de forma coral y coordinada gritos de ‘tonto, tonto’, dirigidos al portero». Hecho que se repitió cuando fue expulsado (m.87). También denunció insultos hacia el consejero Iribarren (m. 94).