Esta noche en La Romareda habrá muchos abrazos antes del partido. Cuando Lucas Alcaraz acuda al banquillo visitante tardará un rato en volver porque deberá saludar a todo el cuerpo técnico del Mallorca. Tanto el entrenador, Vicente Moreno, como su segundo, Dani Pendín, estuvieron a sus órdenes en el Xerez allá por la temporada 2005-2006. Ambos, entonces, contaban con 31 años y eran fijos para Alcaraz, sobre todo el primero, al que ya se le adivinaban maneras. «Era el típico jugador que esperas que puede acabar como entrenador porque era un líder», recuerda el técnico zaragocista, que valora la trayectoria de su colega. «Ya no es un entrenador principiante, porque ya tiene sus logros y un número considerable de partidos en Segunda y Segunda B».

Aquel Xerez, en el que Moreno jugó 40 partidos anotando dos goles y Pendín disputó 33 encuentros y logró seis dianas, completó una notable temporada en Segunda División que acabó en séptima posición con 67 puntos.

Moreno ha implantado su sello en un Mallorca que, según Alcaraz, acude a La Romareda con una identidad clara. «El Mallorca es un equipo que defiende bien, corre bien a la contra y cuenta con jugadores que saben lo que hacen», aseguró ayer el granadino, que incidió en que el equipo «tiene muy asimiladas las directrices de su entrenador».

En todo caso, Alcaraz tiene claro que es el Zaragoza el que debe buscar la forma de imponer su juego sobre el rival. «Respetamos mucho al rival, pero tenemos que intentar crecer a través de nuestro rendimiento».

Pero los reencuentros no acabarán ahí. Alcaraz también coincidió con el preparador físico del Mallorca, Dani Pastor, aunque, en este caso, ambos formaban parte del Granada. Pastor, además, fue preparador físico del Zaragoza con Manolo Jiménez y posteriormente se fue al Zenit con el exzaragocista Vladislav Radimov.