No podía negar que se va a ir este verano del Real Zaragoza y no lo hizo. Admitió las ofertas recibidas para el futuro y quiso darles la normalidad que tienen en el mercadeo del fútbol, garantizó que no ha puesto la firma en ninguna, y adquirió un tono seco para advertir de que no va a tolerar sospechas sobre su integridad. Natxo González se irá dentro de unos días al Deportivo, a la vuelta de un playoff para el que siente a su equipo fuerte y preparado. El jaleo que ha sacudido al club aragonés en las últimas horas, a unos días de jugarse la temporada, lo resolvió con un soliloquio tras el que no se admitieron preguntas al respecto.

Así empezó el entrenador su intervención previa al partido frente al Barcelona B, después de que un día antes Lalo Arantegui tuviese que realizar una comparecencia de urgencia para pedir unidad y aplacar los ánimos contrarios a la continuidad del entrenador: «Quería hablar un poquito de todo lo que se formó ayer alrededor de mi persona. Mi nombre fue el que provocó todo lo que se provocó. Simplemente, dejar cosas claras: primero, que no tengo nada firmado con ningún equipo; segundo, que debido a nuestra trayectoria y a acabar la temporada entre los mejores, lo que suele llevar es que se hable de ti», explicó antes de admitir las propuestas de futuro: «Ofertas sí que tengo. Creo que es la cosa más normal del mundo. El entrenador, así como un jugador, cuando se hacen bien las cosas y se sacan resultados, lo normal es que pueda tener ofertas. Y las ofertas existen».

«Más cosas: si este equipo está entre los mejores es porque ha habido un gran compromiso por parte de todos, peleando muy fuerte por un objetivo común. Por lo tanto, no habría que decirlo, pero espero que nadie dude, como se está haciendo en algunos casos, de mi dedicación, mi profesionalidad y mi compromiso con este equipo y con este club hasta el último momento», prosiguió el técnico vitoriano, que ayer sí habló con la plantilla a este respecto: «Esto mismo se lo estaba diciendo a los chicos. Uno de nuestros puntos fuertes es nuestro compromiso por un objetivo común. Dentro de este vestuario hay varios jugadores cedidos por otros clubs que el año que viene, en teoría, deben volver a su club, y nadie duda de su compromiso con el Zaragoza. Hay jugadores que acaban contrato que no saben si su futuro va a estar aquí o en otro sitio, y nadie está dudando de su compromiso, caso por ejemplo de Javi Ros. Y por los jugadores que hemos tenido este año, jugadores top de la categoría, seguro que tienen ofertas y seguirán teniendo ofertas».

En la última parte de su monólogo inicial, el vasco insistió en que no consentirá que se generen suspicacias por el trabajo que vaya a realizar en los próximos días. «El compromiso es máximo y no permito a nadie que se pueda dudar de mi profesionalidad, honestidad y compromiso con el Zaragoza. Tengo unos valores que son los que me han hecho llegar hasta aquí y a nadie le voy a permitir que dude de eso. Cuando acabe la temporada, se tomarán las decisiones que se tengan que tomar, tanto por un lado como por otro. Lo he dicho todo. Queda una jornada y, a partir de aquí, hablemos de fútbol».

«Podéis preguntar lo que queráis, pero abordaremos temas futbolísticos estrictamente. Este tema queda cerrado», dijo Mikel Gay, jefe de prensa del club, antes de que Natxo asegurase en su primera respuesta que el revuelo no afectará al equipo: «Es absurdo. Todos estamos peleando por un bien común. El primer objetivo lo hemos conseguido, pero todos sabemos que si ascendemos, tanto a nivel profesional como económico, a todos nos favorece. Son cuestiones que pasan en el fútbol y los que vivimos en este circo lo entendemos con más normalidad. Por lo tanto, no hay que preocuparse».