De acariciar la parte caliente de la clasificación a posicionarse al acecho de la promoción. El Real Zaragoza ha visto como su situación se ha cristalizado en apenas tres días gracias a la transformación de las buenas sensaciones en victorias. Una escalada en la tabla que ha disparado el optimismo en el entorno zaragocista al ver como el fútbol que propone la escuadra aragonesa se ve recompensado con puntos. Natxo González hizo valer su condición de líder al templar la situación, echando un chorro de agua fría sobre el ambiente con la intención de aportar la serenidad y la veteranía que precisan estos casos: «No nos podemos subir a la luna por ganar dos partidos», aseveró.

Las palabras del preparador vitoriano no estaban vacías, al contrario. Van ligadas al peligroso contexto de la Segunda División, donde impera una feroz competitividad. Una categoría donde todo es demasiado volátil, donde la igualdad es tan beneficiosa como perjudicial. «Veo al equipo con identidad, con una seña de juego clara, algo que es imprescindible. A partir de ahí podemos ir dando pasos y seguir avanzando. Sería un error pensar en el ascenso. Solo tenemos que preocuparnos del siguiente encuentro ante Osasuna», explicó.

Natxo González sabe de primera mano acerca de los vaivenes en Segunda. En el Reus ya experimentó lo que es situarse en ascenso directo y caer a mitad de tabla solo cuatro jornadas después. Por ello, le da una gran importancia a que el equipo adquiera regularidad en cuanto a juego y resultados: la combinación por excelencia para copar las posiciones de privilegio. «Todo pasa por la fiabilidad, siempre hay mucho margen de mejora en todos los aspectos. Habrá partidos buenos, regulares y malos, pero lo fundamental es estar siempre con la posibilidad de sumar», explicó el técnico.

El objetivo del ascenso es una mera quimera a estas alturas de temporada, lo que no quita que el Real Zaragoza esté experimentando un crecimiento notable en cuanto a juego y prestaciones individuales. Natxo González se mostró satisfecho por la mejora de un equipo que «ha estado trabajando por el camino correcto. Vivíamos con la sensación de que nuestra situación podía dar un vuelco en cualquier momento por todo lo que transmitíamos. El equipo ha seguido con la misma línea de juego pero ahora somos más contundentes, con mejores tomas de decisiones y menos errores».

Desde la colectividad ha llegado la seguridad, pero el crecimiento a partir del eje de la zaga es simbólico. Un tándem integrado por Mikel González y Diogo Verdasca que ha ayudado a poner el cerrojo y dejar la portería a cero en dos partidos seguidos. «No hemos encajado por la gran efectividad que hemos hecho en las dos áreas teniendo más concentración que antes. Tenemos a Simone Grippo y a Jesús Valentín y la competencia es máxima en esa zona, eso crea un estado de alerta que te obliga a no dormirte y ayuda a progresar».

Llamamiento a la afición / El entrenador del Real Zaragoza explicó que todos los integrantes de la plantilla esperan que el próximo encuentro esté bajo un ambiente atronador en el estadio de La Romareda. La situación del equipo invita a que los aficionados zaragocistas acudan mañana al feudo blanquiazul y logren un ambiente acorde a la importancia de la cita. «Antes del partido hablábamos de la importancia de ganar al Lorca por el ambiente que nos podíamos encontrar en casa, con una afición motivada y con la opción de recortar puntos a Osasuna. Tenemos que darles motivos para que cada domingo en La Romareda sea aún más bonito. Va a estar mucha gente pendientes de nosotros», aseguró Natxo González.

Un partido de gran rivalidad entre ambas aficiones, con un Osasuna líder y un Real Zaragoza en plena fase de madurez. Para más picante, el partido será en la recta final a las fiestas del Pilar. La mejor entrada de la temporada fue ante el Numancia, con casi 19.000 aficionados en el estadio blanquiazul. Una cifra que seguramente se superará mañana en el partido ante el conjunto pamplonica. «Ojalá podamos disfrutar de La Romareda llena el próximo encuentro», comentó Natxo González.