Son, sin duda, lo mejor de una temporada aciaga. La irrupción de tres futbolistas que el año pasado estaban en el juvenil y con un efímero paso por el filial previo a su asalto al primer equipo es, quizá, la única esperanza a la que se aferra un zaragocismo ávido de referencias e ilusiones. Ni Francho, ni Francés ni Azón llegan a los 20 años. Los dos últimos acaban de cumplir la mayoría de edad, pero son ellos los que están sosteniendo a un Zaragoza endeble y extremadamente frágil en el que los que deberían marcar diferencias están fracasando. Son ellos, los tres canteranos, los pilares básicos de un conjunto que tiene en los niños a sus mejores efectivos o, al menos, a los más regulares.

En defensa, Francés acumula ya cuatro jornadas consecutivas en el once inicial. Atrás quedan ya aquellas dudas iniciales. Ahora, el zaragozano se ha convertido en el defensa más fiable del Zaragoza. Nunca se complica la vida, no regala errores graves y derrocha seguridad y contundencia. Su marcaje, el pasado sábado, a Rubén Castro, fue encomiable, al igual que su colocación y capacidad de anticipación. Su velocidad, además, le permite complementarse bien con Jair, aunque el portugués se está mostrando mucho más inseguro, con fallos determinantes como el que costó el partido en Almería, la extrema candidez en el segundo tanto del Espanyol o faltas innecesarias como la que dio origen al gol del Cartagena.

En el centro del campo, Francho lleva tiempo siendo el mejor. Nueve partidos seguidos en la titularidad abanderan la regularidad del canterano, quizá el más destacado del Zaragoza. Corta, elabora, enlaza, ayuda y ofrece un recital táctico en cada partido. Jugador de área a área, hace tiempo que es seguido de cerca por los grandes. Su cláusula es de 8 millones de euros y tiene contrato hasta el 2024.

En las mismas condiciones se encuentra Azón, que, al igual que sus dos compañeros, ya es a todos los efectos jugador del primer equipo. También él es el más regular en su línea, con el mejor promedio de tantos por minutos disputados.

Ellos son los abanderados de una cantera con mayor protagonismo que nunca. De hecho, el Zaragoza acabó en Cartagena con cinco productos de la Ciudad Deportiva entre los diez jugadores de campo.