-Ha jugado los dos últimos partidos después de más de cinco meses sin un solo minuto. ¿Cómo se encontró?

-Muy bien. Estoy contento. Uno trabaja para poder disfrutar de momentos así, aunque haya sido a final de temporada. Pero se trata de intentar aprovecharlo.

-¿Resta motivación que los puntos en juego no tengan especial trascendencia?

-Todos los puntos son importantes. No es lo mismo quedar 12º que 15º. Siempre hay que estar preparados para jugar cuando el técnico lo considere oportuno.

-¿Cuándo le dijo Víctor que iba a jugar?

-Habló conmigo días antes del partido ante el Numancia. Me dijo que no me regalaba nada, sino que era por méritos propios. Tras haber conseguido la salvación quería dar oportunidad a los que menos habíamos participado y se agradece. Luego es cuestión de tratar de aprovecharlo y disfrutar.

-Antes del choque en Tenerife, Víctor se deshizo en elogios hacia usted, ensalzando sus virtudes como portero pero también como compañero. ¿Qué le dicen esas palabras?

-Me dicen que el trabajo que vengo realizando año tras año está dando frutos. Siempre es bonito que hablen así de ti, aunque lo es más aún que te pongan (ríe). Pero estoy feliz por hacer bien mi tarea. Cada día es un aprendizaje.

-¿Cómo es el día a día sabiendo que lo más seguro es que el fin de semana juegue otro?

-No puedes pensar en que va a jugar otro compañero. Tienes que afrontar el día a día como si fueses a jugar tú y esa intensidad y esas ganas son las que te hacen sentirte preparado para cuando llegue la oportunidad.

-¿Lo ha pasado mal?

-Bien o mal son dos palabras que no siempre definen una situación. Está claro que uno es más feliz cuando juega y puede competir todas las semanas, pero cuando trabajas día a día y haces lo que te gusta dando el máximo no te puedes reprochar nada a ti mismo. ¿Pasarlo mal? Quizá no es esa la palabra.

-¿Se considera el portero suplente del Zaragoza?

-Para nada. Yo vengo a entrenar y doy el máximo en cada sesión. Unos días saldrá mejor y otros peor, igual que en los partidos. Sé que parto con alguna desventaja porque Cristian se lo ha ganado tras dos temporadas muy buenas y en ningún momento quiero quitarle méritos, pero no me considero suplente. El entrenador decide poner a Cristian y me parece correcto, pero no me considero inferior.

-¿Y cómo se gestionan este tipo de situaciones?

-En el fútbol nunca te enseñan la parte oscura y fea. Todo es ganar y ganar, pero la vida misma es sufrir palos, levantarte y seguir. Uno lo tiene que ir viviendo de acuerdo a su experiencia. Son vivencias y nadie te puede decir que esto es así o de otro modo.

-¿En quién se apoya?

-En mi pareja, que me aguanta día a día. Ella es la que me pregunta qué me ha pasado cuando llego mosqueado a casa, aunque no soy de muchos bajones. Intento mantenerme alegre y trato a los demás como me gusta que los demás me traten a mí.

-¿Cómo es su relación con Cristian?

-Muy buena. Hay días en que uno está más mosca que el otro, pero nunca entre nosotros. Hablamos de fútbol y siempre nos ayudamos y tratamos de aportar cosas al otro. He aprendido mucho de él y espero seguir haciéndolo.

-¿Le pide consejos?

-A veces no es necesario hablar para pedir consejos, sino que basta una mirada para entenderse. No hace falta mucha conversación para que haya complicidad.

-¿Qué es lo mejor de su compañero?

-Es un porterazo. Cristian es muy completo: tiene un uno contra uno espectacular, muy buenos reflejos, juego aéreo, de pies….

-¿Es el mejor con el que ha jugado?

-Nunca me he parado a valorar quién es mejor o peor, sino que trato de aprender de todos mis compañeros. En Segunda, Segunda B, juveniles… se trata de absorber todo lo que es positivo para mejorar uno mismo, pero me siento muy afortunado porque he tenido grandes compañeros y ningún conflicto.

-¿Se imaginaba su actual situación cuando estaba en su tierra, Galicia?

-Llevo muchos años fuera de casa y siempre me he imaginado que me gustaría poder vivir del fútbol, así que llegar a un club tan grande como este es una meta que sueñas pero que, con el tiempo, te das cuenta de que es muy complicada de alcanzar. Una vez que estás aquí y viendo las condiciones, me veo capacitado para estar en el Zaragoza cuatro años más y, por supuesto, en Primera.

-Hace poco renovó hasta el 2023, lo que denota confianza mutua entre el club y usted. ¿Lo llegó a ver difícil?

-Hubo momentos en que pensé que estaba claro que no íbamos a renovar. Pero es la vida misma. Es lógico que el club tenga unas posibilidades y que yo tenga unas peticiones y, si no había acuerdo, no pasaba nada. Yo habría estado en otro club sin problemas y el club también habría fichado otro portero sin problemas. Pero mi ilusión era quedarme y también la del club, y así ha sido.

-Se vio fuera…

-Hubo un momento que pensaba que el año que viene estaría en otro lugar. Las posturas estaban lejanas, pero los dos pusimos de nuestra parte.

-¿Cómo se plantea el futuro si sigue sin contar con asiduidad?

-Esto cambia de la noche a la mañana. Mañana se fastidia Cristian o yo y juega Sergio. Solo queda trabajar y seguir mejorando.

-¿Qué le ha dado el fútbol?

-El fútbol es para mí una forma de vida. Me gusta, me apasiona. Y mi novia lo sufre. Me ha dado mucho, aunque también me ha quitado momentos y situaciones. Pero, si soy como soy es, aparte de por mis padres, por el fútbol.

-¿Con qué sueña?

-Me caso dentro de 20 días y ahora mi sueño es disfrutar y ser feliz. Después, todo lo demás va ligado. Si disfrutas haciendo lo que haces, ser feliz te va a llevar a buenos momentos y creo que aquí en el Zaragoza los vamos a vivir.

-¿Tiene claro que triunfará en el Zaragoza?

-Cuando renuevo cuatro años es porque creo que aquí puedo hacer grandes cosas. Hay que aprender cada año y estos dos años son una experiencia que creo que nos va a hacer llegar a donde queremos estar.

-¿Qué ha pasado este año? ¿Sintió miedo?

-Hay cosas que no tienen explicación en el fútbol y por eso gusta, atrae, engancha y genera tanta expectación. Miedo no es la palabra. En todo momento hemos dependido de nosotros mismos y hemos dado el máximo en cada partido. Cuando hemos tenido que dar la cara, lo hemos hecho.

-¿Se siente valorado?

-Hay momentos en que te sientes más valorado que en otros, pero creo que el club me ha valorado. Y también Víctor. Es cierto que me gustaría que se reflejara más el fin de semana pero hay que entender que solo puede jugar uno. Y la grada siempre me ha mostrado su cariño.