Dentro de la sexta Copa del Rey que el Zaragoza conquistó el pasado mes de marzo había un billete para viajar por Europa. Mañana es la fecha de partida de ese tour UEFA que tanto ilusiona a la hinchada aragonesa y a los jugadores de Víctor Muñoz. Porque, de los 24 componentes de la plantilla, sólo nueve ya han vivido la experiencia de debutar en una competición continental, y algunos de ellos no son habituales en los planes iniciales del entrenador --caso de Aranzabal, Camacho o Drulic--.

La juventud de este Zaragoza aparece como una de las razones de su inmadurez europea. Titulares indiscutibles como Villa, Milito, Alvaro o Movilla todavía no han sufrido el maremágnum de partidos que supone disputar más de dos torneos simultáneamente, con el cansancio físico y mental que conllevan los desplazamientos y el deambular por los campos del viejo continente.

Solamente tres jugadores del equipo actual han defendido los intereses del Real Zaragoza más allá de las competiciones domésticas. Precisamente Láinez, que mañana será baja, se colocó bajo los palos en tres encuentros de la Copa de la UEFA en la temporada 2001-2002, perdiéndose el cuarto contra el Servette suizo donde el Zaragoza quedó eliminado. En la misma temporada y en idéntica competición actúo dos veces Galletti, mientras que Cuartero permanece como superviviente del espíritu de la Recopa , aunque en la magnífica trayectoria del 95 no jugó ningún encuentro y en la del 96 participó en dos.

Oportunidades fuera

Muchos detalles han cambiado en la vida de Juanjo Camacho desde que emigrara al fútbol escocés para gozar de una oportunidad sobre el césped. El joven canterano disputó con el Livingston cuatro encuentros de la Copa de la UEFA en la temporada 2002-2003. Ahora, espera con paciencia su turno para estrenarse con Víctor Muñoz en el banquillo.

Por la delantera del conjunto aragonés se asoman dos casos singulares. El de Drulic viene avalado por su instinto goleador, algo somnoliento desde que llegó a Zaragoza. Corría la campaña 2000-2001 cuando el ariete croata vestía la camiseta del Estrella Roja de Belgrado, con la que disputó ocho partidos en la UEFA. La progresión de su equipo se vio frenada en segunda ronda, pero la suya propia no hacía nada más que comenzar. El Celta salió campeón de la eliminatoria, pero Drulic dejó su sello en Balaídos: un hat-trick inolvidable que supuso su plataforma de despegue hacia tierras aragonesas.

En la gloria

El segundo ejemplo sorprendente está protagonizado por Javi Moreno, recién llegado a La Romareda. El delantero acarició la gloria deportiva durante su carrera en el Alavés. Su presencia en el área resultaba implacable, como demostró en la final de la UEFA del 2001, a pesar de que sus dos tantos en aquel partido no evitaran que el Liverpool abrazase el trofeo europeo gracias a un gol en la prórroga. Al año siguiente, el futbolista valenciano cambió de aires para recalar en el Milan, con el que jugó siete partidos y logró tres goles.

El zaragocista que disfruta de mayor veteranía en Europa es Savio Bortolini. Sus cinco temporadas en el Real Madrid le llevaron a regatear por todos los rincones del continente, siempre en la competición más prestigiosa: la Liga de Campeones. Una decena de goles suma en el torneo donde se citan los mejores, además de tener el orgullo de haber pertenecido a un grupo de futbolistas vencedores en tres ocasiones de la Champions . Además, salió como titular en la final de la Copa Intercontinental que el Madrid ganó al Vasco de Gama en la campaña 98-99. Sin embargo, en su segunda experiencia asiática contra el Boca Juniors sustituyó a McManaman en el minuto 66. Su última participación europea tuvo lugar con el Girondins de Burdeos en la Copa de la UEFA de hace dos años. Entonces formó parte del equipo en cuatro partidos y marcó un gol.