-Hace un año, Francho Serrano y Alejandro Francés también eran titulares indiscutibles, pero en el juvenil. Ahora lo son en el primer equipo del Real Zaragoza. ¿Tienen vértigo?

- (Francho Serrano) Mi vida ha cambiado casi por completo. Aquello que era un sueño lejano ha llegado antes de lo que creíamos y estamos inmersos en algo maravilloso que nos hace sentirnos muy agradecidos y orgullosos. El primer día no me creía que estaba al lado de esos jugadores que hace nada entrenaban en el campo de al lado y con los que soñaba jugar.

-(Alejandro Francés) Muchas veces lo hablamos con mi familia. Ya era increíble hacer historia ganando la Copa de Campeones con el juvenil y ahora esto. La verdad es que nadie pensaba que todo iba a suceder tan rápido. Aún no me lo creo. Es que no me da tiempo. Admito, de hecho, que poco a poco me voy centrando porque en los primeros partidos como titular no me lo podía creer.

-(F. S.) Es que somos zaragocistas de toda la vida y nuestro sueño era jugar en La Romareda con el primer equipo. Y lo hemos logrado yo con 19 años y Francés con 18. Ojalá esto dure mucho tiempo más y podamos seguir defendiendo este escudo con toda la ilusión del mundo.

-(A. F.) Pero la situación del equipo te impide pensar solo en ese sueño que estás cumpliendo. Cuando te levantas cada mañana no piensas en ti sino en el Zaragoza y en ayudarlo como sea a salir de donde se encuentra. Cuando lo logre estaré más orgulloso de mí mismo y del equipo. Además, no podemos compartir esto con la gente y es una faena. Lo que yo he vivido en esa grada ha sido muy bonito y quería saber lo que se siente siendo titular en el Zaragoza con el estadio lleno. Ojalá pueda vivirlo.

-(F. S.) Nos falta vivir La Romareda como jugador y experimentar aquello que hemos disfrutado como aficionados. No puedo imaginarme cómo sería celebrar un gol con mi gente. Impresionante. Ojalá sea pronto.

-(A. F.) Pero, insisto, ha habido momentos duros. Bajones. Yo necesito hacerlo todo bien y hay veces que no salen las cosas. Me fijo mucho en mí mismo y creo que por eso estoy ahora aquí. En categorías base muchas veces no era titular y me comía mucho la cabeza, pero ser suplente también me ha ayudado a hacerlo mejor.

- (F. S.) Es que hay que ser fuerte mentalmente y saber llevarlo bien. Creo que eso me ha hecho no perder los nervios cuando podía pasar. Pero por suerte soy una persona tranquila a la que le gusta mucho el fútbol y cuando te dan la oportunidad de hacer lo que más te gusta y en el equipo de tu vida, todo es más fácil. Si eres tranquilo, todo va mejor. Y yo lo soy. No hago nada raro. Soy alguien normal.

-¿Por qué creen que han llegado hasta aquí?

-(F. S.) Yo creía que iba a aprender mucho con el primer equipo, y que iba a jugar con el filial, pero, con las lesiones de compañeros y los malos resultados, los entrenadores se ven obligados a hacer cambios y Baraja me dio la oportunidad contra el Mallorca porque consideraba que podía ayudar. Creo que mi trabajo, mi constancia y mi zaragocismo han hecho posible que pueda seguir gozando de oportunidades y ojalá sean muchas más.

-(A. F.) Yo he tenido mucha suerte en muchas cosas. Ha sido un camino difícil, pero a la vez sencillo por el apoyo incondicional de mi familia. He tenido bajones, pero ellos, mis amigos y mi representante siempre han estado ahí. Además, he tenido, toco madera, la gran fortuna de no lesionarme y entrenadores que me han ayudado mucho en las categorías inferiores. Las puertas del primer equipo se abrieron y he tenido la fortuna de estar en el momento justo para meter la cabeza y ganarme la confianza del míster.

- (F. S.) ¿Suerte? A mí siempre me ha encantado cómo juegas y te mereces lo que te está pasando. Lo que más me gusta es que defensivamente me das mucha seguridad. Sé que los rivales no van a superar a Francés. Y eso, con 18 años, es increíble. Lo conozco desde hace tiempo y sé que comete muy pocos errores y eso en un central es fundamental. Gana duelos y luego tiene esa polivalencia para jugar en cualquier puesto de la defensa y eso es un tesoro.

-(A. F.) Es que somos amigos (sonríe). Francho tiene muchísimas cosas buenas, pero la mejor es su cabeza y eso le hará llegar muy lejos. Luego es todo humildad y una grandísima persona. Siempre está dispuesto a ayudarte en lo que sea y es muy inteligente. Todo eso se nota en el campo, porque es muy disciplinado, corre muchísimo y se sacrifica siempre. Si te ve cansado, corre él por ti. Un equipo de fútbol tiene que tener a muchos como Francho, una de las personas más brillantes que he conocido en mi vida. Va a llegar muy lejos.

- (F. S.) Alejandro es muy parecido a mí. Quizá por eso somos tan amigos. Es muy buena persona y tenemos perfiles parecidos, lo que nos hace congeniar más. Junto a Iván Azón estamos cumpliendo un sueño juntos y nos llevamos muy bien. Y en el campo es increíble. En esa posición en la que tiene que pelear con tantos delanteros corpulentos, Francés engaña porque suple ese cuerpo a cuerpo con una anticipación que tienen muy pocos. Y su salida con el balón. Y el golpeo. Me encanta.

-(A. F.) Pero tengo que mejorar el cuerpo a cuerpo. Tengo 18 años y me enfrento a tíos que llevan 20 jugando en Segunda. Aún soy joven y a veces no me atrevo a filtrar un pase por miedo al fallo. Mis partidos ahora son de seguridad y de dejar la portería a cero, pero iré mejorando.

-(F. S.) Es que, al final, jugar con gente profesional te ayuda y a mí los compañeros me han hecho crecer. Recuerdo que el día del debut estuvieron siempre encima de mí, animándome tanto el entrenador como ellos, especialmente Javi Ros, con el que jugué en el centro. He tenido suerte de que haya sido este año, con un grupo muy humano en el vestuario. A nosotros nos falta experiencia, pillería y decidir mejor en algunas ocasiones, pero lo haremos. Y a mí, personalmente, la pierna izquierda. Francés tiene más confianza que yo para darle con la zurda.

-(A. F.) Se trata de seguir aprendiendo cada día, aunque los consejos y el apoyo de los veteranos te lo hacen más fácil. Recuerdo que en mi debut, en Lugo la pasada temporada, me sentía flotando. Era un sueño ser titular y me puse muy contento cuando lo supe, pero de camino al campo desde el hotel me puse súper nervioso y ellos me tranquilizaron con sus palabras y ánimos.

- (F. S.) Yo también me puse nervioso cuando el míster dijo mi nombre dos horas antes del partido. Quizá fue mejor así para no estar comiéndome la cabeza durante días. Y, ahora, disfruto de algo que para mí era impensable. Como cuando me piden fotos o un autógrafo. Quién pensaba que yo, con 19 años, podía ser ídolo de alguien.

-(A. F.) La verdad es que es increíble cuando alguien se te acerca y te pide una foto. La cara de felicidad de ese niño te hace sentirte muy orgulloso de tener la capacidad para hacer feliz a alguien.

-(F. S.) Mi madre es monitora de comedor en un colegio y todos los chavales están encantados de que sea la madre de Francho Serrano. Eso para mí era algo inimaginable hace nada y ahora forma parte de mi vida. Pero yo soy Francho, no he cambiado y siempre estaré encantado de hacerme fotos y lo que me pidan porque me llena de orgullo ser importante para alguien. Como lo es mi hermano para mí. Mi gran ídolo. Siempre ha estado ahí, animándome, y su apoyo y el de toda mi familia me han ayudado muchísimo a pesar de que él queda más en segundo plano. Pero Nicolás siempre ha estado orgulloso de mí.

-(A. F.) La familia es lo más importante, es así. En el fútbol yo también tengo un ídolo: Sergio Ramos. Es mi referente y siempre miro sus partidos para ver cómo se coloca y anticipa. Me ayuda a mejorar y me gustaría llegar a su nivel. Otro es Cristiano, por su espectacular capacidad de trabajo y sacrificio. Quiere ser el mejor en cada entrenamiento. Y yo.

- (F. S.) A mí siempre me han gustado Xavi, Iniesta o Xabi Alonso, pero me quedo con este último por su forma de jugar y de ser. Siempre me ha llamado la atención porque es un tío muy elegante, como digo yo. Y futbolísticamente nada que envidiar a nadie. Un tío normal, me da la sensación. Como creo que lo soy yo.

-Con la camiseta por dentro, sin tatuajes y con pelos en las piernas. Pues eso no es muy normal en el fútbol moderno…

- (F. S.) Sí, quizá en eso soy raro, sí, pero yo lo veo normal. Asi soy y así seguiré, con pelos en las piernas y la camiseta por dentro. Me da igual lo que digan porque sé que lo dicen de broma. Mientras no influya en mi rendimiento, seguiré así.

-(A. F.) Pero alguna manía tiene, aunque sea pequeña.

- (F. S.) Bueno, ni siquiera sé si lo es. Creo que se trata más bien de un detalle. Mi novia me regaló una pulsera con la que no puedo jugar, así que cuando me la quito le doy un beso y la guardo en mi zapato derecho. Nada más. Ni entro al campo con un pie determinado, ni saltos ni nada. Francés quizá no pueda decir lo mismo.

-(A. F.) Bueno, tengo dos espinilleras en las que meto la foto de mi familia, otra de mis mejores amigos y una de mi novia, con la que ya no estoy, pero la sigo llevando. Antes de salir al campo las beso. Eso es todo.

-¿Cómo llevan lo de empezar a ser objetivo de equipos poderosos?

-(A. F.) Es otro sueño eso de que equipos de gran nivel se fijen en ti o que tu nombre suene. Hace mucha ilusión, pero la única realidad es que estoy en el Zaragoza, con los pies en el suelo y con el objetivo de mantener la línea en la que estoy. Lo demás ya se verá.

- (F. S.) Yo tengo contrato con el Zaragoza y voy a dejarme todo en el campo hasta el último día que esté aquí. Ojalá sea para dejarlo en Primera lo antes posible. Ese es mi sueño, al igual que llegar a jugar la Champions y alcanzar la internacionalidad con la selección española absoluta.

-(A. F.) Llevar al Zaragoza a Primera es el sueño de todos, sí. Y ojalá sea con la gente apoyándonos desde La Romareda. El Zaragoza es el que me lo ha dado todo y quien apostó por mí, así que ahora tengo que devolverle yo todo eso. Me toca.

- (F. S.) Así es. Ahora nos toca a nosotros. Vamos a salir de esta y lo haremos todos juntos. Que nadie lo dude.