El descenso en junio del 2013 a Segunda ha traído todo un carrusel en la portería zaragocista, con hasta nueve guardametas distintos desde que el equipo dio con sus huesos en la categoría de plata, una lista que empezó Leo Franco, el que más ha jugado, y que prosiguieron Whalley, Bono, Alcolea, Manu Herrera, Irureta, Ratón, Saja y Cristian Álvarez, cuyo rendimiento en los 13 partidos de Liga que lleva (16 goles, 1,2 de media) permite aventurar que quizá sea una apuesta más longeva que las de sus predecesores en una portería tan inestable.

De los ocho anteriores al arquero argentino, fue el marroquí Bono quien mejores sensaciones de seguridad y solvencia ofreció, aunque le lastró el error en el segundo gol en la vuelta de la final de la promoción en el estadio de Gran Canaria ante la UD Las Palmas. Sin embargo, los números globales del portero, ahora titular en el Girona en Primera, fueron notables y hasta estuvo dos veces cerca de batir el récord de imbatibilidad que tiene Manolo Villanova. En la segunda, en noviembre del 2015, estuvo 621 minutos por los 654 de Villanova.

Sin contar los pocos choques de Copa que ha disputado el Zaragoza y los cuatro encuentros del playoff de ascenso en la 14-15, es decir solo contabilizando las jornadas ligueras, ha sido Leo Franco el que más ha jugado en este triste discurrir del equipo por la categoría de plata. Fueron un total de 40 en la primera temporada (13-14) tras el descenso, la última de la era de Agapito Iglesias . En ellos encajó 51 goles (1,2 de media).

Víctor Muñoz apostó al final de esa temporada por Whalley, ahora en el Sporting, y fue también el meta titular para el técnico en la 14-15, la primera de la Fundación Zaragoza 2032. En total, Whalley, salido de la cantera del club, jugó 21 jornadas y encajó 30 goles (1,42). A Whalley le sucedió Bono y también esa temporada 14-15 jugó Alcolea, que había debutado en Primera. Alcolea, ahora en el Toledo, disputó 8 partidos de Liga y recibió 9 goles (1,12 de media).

Bono volvió a ser cedido al Zaragoza por el Atlético en la 15-16 y, en el cómputo global entre ese curso y el anterior, disputó 35 encuentros ligueros para recibir un total de 38 tantos (1,08 de media). A Bono le sucedió Manu Herrera, ahora en Osasuna, y que encajó 27 goles en 23 citas, con un promedio de 1,17.

El verano del 2016 trajo una revolución en la portería con las salidas de Manu Herrera y de Bono, la llegada de Irureta y el ascenso del filial de Ratón. Irureta, muy criticado por sus actuaciones, jugó 17 jornadas y recibió 25 goles (1,47 por encuentro), mientras que Saja, que llegó a mitad de temporada como recambio de urgencia, registró 9 dianas en 6 encuentros (1,5). Ratón, entre las jornadas que ha disputado en esta Liga (4) y las de la pasada (19) suma 23 encuentros del campeonato y 22 tantos para tener el mejor promedio (0,95).