«A mí me gustaría jugar detrás del punta, pero sé cuál es mi rol aquí. Si el míster me necesita para jugar los 90 minutos, estaré para 90 minutos, pero si me necesita para cinco, estaré para cinco…», decía esta semana Jorge Pombo, que de momento no ha sido titular en su cesión en el Cádiz, con minutos en el banquillo ante el Mirandés, donde dio una asistencia a Nano Mesa, el Deportivo y el Racing, 70 en total. Tampoco lo será hoy ante el Zaragoza, que no incluyó 'cláusula del miedo' en su cesión y eso permitirá que el zaragozano, que llegó a la Ciudad Deportiva en infantiles tras crecer en el Stadium Casablanca y en el Amistad, al que regresó un año en juveniles. Este domingo se medirá, si Álvaro Cervera así lo quiere, a su equipo de cuna, al Zaragoza que empezó a amar desde que con siete años comenzó a ir a La Romareda con su padre.

En la montaña rusa que es la carrera de Pombo en el Zaragoza se abrió la puerta para su cesión, con opción de compra obligatoria en caso de ascenso, como necesidad para el futbolista, estancado en su rendimiento y sin convencer ni a Víctor ni a Lalo, y para intentar asegurar un traspaso o al menos que se revalorice en estos meses tras haberlo renovado en septiembre después de todo el verano en el escaparate. Pero no lo va a tener fácil en el Cádiz Pombo, aunque de momento no ha dejado ni un atisbo de su tendencia a la irregularidad y a la dispersión. Mejor que no lo haga en el ejército de Álvaro Cervera, porque entonces sus opciones de jugar serán nulas.

De momento, Cervera le está dando minutos porque Álex Fernández es intocable en la mediapunta, por detrás del Choco Lozano, donde también pueden jugar Nano Mesa y los recién llegados Malbasic y Álvaro Giménez, mientras que para situarse caído a la banda izquierda también tiene mucha competencia, empezando por el indiscutible Perea. No lo va a tener sencillo, pues, Pombo, que, eso sí, no quiso dar demasiada importancia al hecho de poder jugar ante el Zaragoza este domingo. «Yo no tengo que demostrar nada. Voy a jugar al 100%, como hago todos los partidos, y voy a salir con la misma ilusión y las mismas ganas», afirmó.

El Cádiz ha visto en esta temporada la gran oportunidad para el ascenso tras su excepcional arranque. Por eso, sus apuestas en ese enero, Pombo, Malbasic (Tenerife) y Álvaro Giménez, que fue Pichichi de Segunda el curso pasado con el Almería, y la recuperación física de un Jurado casi inédito tienen el claro objetivo de mantener el nivel del equipo para acabar firmando una de las dos plazas de ascenso, sorteando así el problema del bajón que suelen tener los equipos de Cervera en el tramo final del curso.

El cuadro gaditano solo ha firmado 9 puntos de los últimos 24 y en casa también ha empezado a flojear, como se demostró ante el Numancia, el Mirandés y en la sufrida victoria ante el Racing. Pero era tanta su renta que de momento sigue arriba, con Cervera buscando recuperar la tecla de la intensidad máxima y el orden defensivo y analizando soluciones para superar a adversarios que saben que la mejor manera de dar problemas al Cádiz es regalándoles el balón, un objeto poco amigo de los amarillos.

Ha pasado el equipo por lesiones de jugadores importantes y confía en recuperar su mejor versión. Ahí es donde se le espera, entre otros, a un Pombo de momento extramotivado y útil para Cervera, que tiene en Cádiz la oportunidad de dar un golpe encima de la mesa en su irregular carrera reciente.