Raúl de Tomás es el principal peligro del Rayo Vallecano, pero no el único. El ariete es fruto de la prolífica cantera del Real Madrid, una fábrica con una fuente inagotable de grandes futbolistas. Sin embargo, jugar en el equipo blanco, una escuadra plagada de estrellas, es una tarea guardada solo para los elegidos. El delantero de origen dominicano es uno de tantos casos de buenos futbolistas que no tienen sitio en el Santiago Bernabéu, pero cada temporada sigue demostrando, a base de goles que, al menos, puede ser muy útil en Primera.

Después de crecer en Valdebebas y de llegar al Real Madrid Castilla, la categoría de bronce se le quedó pequeña. Dio el salto a Segunda cedido al Córdoba, donde metió seis tantos, tres de ellos de penalti. La temporada de su eclosión fue la pasada, en las filas del Real Valladolid. Arrancó sin muchos minutos ni continuidad, pero las tornas cambiaron a base de goles. En total fueron 15 entre Liga y Copa del Rey y, al final de la campaña, entre las jornadas 34 y 39, consiguió siete goles.

Objetivo zaragocista

Llegó el verano y vuelta a empezar. A pesar de su excepcional rendimiento con la elástica blanquivioleta, De Tomás seguía sin sitio en el Real Madrid. El gol, como bien es sabido, es lo más codiciado, así que se abrió una pelea encarnizada por hacerse con los servicios de los arietes que aseguran buenas cifras. Uno de ellos era Borja Iglesias y otro, el madridista. Ambos, junto con David Rodríguez, eran los principales objetivos de Lalo Arantegui para la delantera del Real Zaragoza para ser el primer espada. En el caso de David, el tener que pagar un traspaso imposibilitaba su llegada a La Romareda.

De Tomás no llegó a estar nunca cerca del club aragonés. Su máximo deseo era desvincularse del Real Madrid y jugar en Primera División. Esperó, pero no le surgió ninguna posibilidad. El que no aguantó fue Lalo, que a base de insistencia consiguió convencer a Borja Iglesias de que el Real Zaragoza era el sitio ideal para estar. Parece que ninguno se equivocó. Al final del mercado apareció el Rayo Vallecano, en su ciudad y con un técnico a la medida del conjunto del barrio madrileño como es Míchel.

A la vista está su rendimiento. Es la referencia ofensiva del Rayo y un indiscutible que ha conseguido sentar a otro ilustre goleador de la categoría de plata como es Javi Guerra. Ha jugado 25 partidos, suma 19 tantos, tres tripletes ante Lorca, Cultural Leonesa y Reus y logra anotar de todas las formas y colores posibles. Con 23 años ha alcanzado un grado de madurez futbolística que le hace mirar de frente a la Primera División. Es el segundo máximo goleador de la categoría por detrás de Jaime Mata (26) y le persiguen Sergi Guardiola (17), Borja Iglesias y Michael Santos (16).

De hecho, De Tomás está a punto de entrar en la historia del Rayo Vallecano como máximo goleador en una misma temporada. Tiene a tan solo un tanto a su compañero Emiliano Armenteros, que consiguió 20 goles en la campaña 10-11, curso en el que los franjirrojos certificaron su regreso a Primera. A dos está Fernando Morena, que anotó 21 tantos en la 79-80 en Primera.

Precisamente la máxima categoría es el sitio natural del delantero para la temporada que viene. Habrá que ver en qué circunstancias y en qué equipo, porque el Real Madrid todavía es el poseedor de sus derechos federativos. Hoy será el principal peligro del conjunto más goleador de Segunda División y pondrá a prueba a una zaga zaragocista que cada día defiende mejor.