El Real Zaragoza, pese a la mejoría de resultados y de sensaciones del equipo, mantiene sus objetivos intactos en el mercado de fichajes, en el que busca un jugador por línea, un delantero con gol, un centrocampista con despliegue y un central que aumente la solvencia ofensiva, aunque por ahora la escasez económica en el límite salarial y la parálisis del propio mercado, en el que apenas se están produciendo movimientos, dificultan la labor de Miguel Torrecilla, que tiene un papelón por delante, aunque en todo caso desde su llegada a la dirección deportiva a principios de diciembre apostó por ir con tranquilidad en los refuerzos, sin precipitarse en las decisiones y sin fichajes inminentes, algo que ha cumplido. Sin embargo, el análisis que han hecho tanto él como el entrenador, Juan Ignacio Martínez, está claro y, aunque no se diga públicamente, se tiene decidido y es firme que al equipo le faltan esos refuerzos, sobre todo el delantero, para caminar con más seguridad en el objetivo de la salvación aunque es necesario, o más bien imprescindible para ello, también dar salidas. Y tampoco es sencillo.

El Real Zaragoza contaba con un margen salarial que rondaba los 800.000 euros, pero los cambios de LaLiga para no contabilizar los ingresos en taquillas y solo permitir los de abonos que estén acreditados ante la posibilidad de acabar la temporada sin público han dejado al club prácticamente sin ese margen y, aunque el presidente, Cristian Lapetra, mostraba el pasado 22 de diciembre la confianza en que otros ingresos adicionales del club pudieran elevar esa cantidad y dejarla al menos cerca de lo previsto antes de esa medida, lo cierto es que por ahora ese margen sigue siendo estrecho, pese a que la salida de Papunashvili con destino al Apollon Limassol ya ha liberado 100.000 euros.

En las salidas está la base para dar más capacidad económica, en jugadores como Vuckic, cuyo adiós parece seguro, ya sea rescindido o cedido, para liberar unos 200.000 euros, Larra, cuya despedida no es fácil al depender también de una autorización del Athletic, que tiene una opción de recompra sobre él, Guitián, al que quiere el Cartagena, Raí o hasta Jannick Buyla, por mucho que al ecuatoguineano se le haya dicho que se cuenta con él, lo que no se respalda con minutos. Sin embargo, la idea de los futbolistas que están en esa rampa de salida de momento es continuar, salvo en el caso del ariete esloveno, donde desde su entorno sí se reconoce la necesidad de buscar otro destino si el jugador sigue contando con tan pocos minutos. La salida de jugadores también es vital para hacer hueco físico, porque el Zaragoza tiene 22 fichas ahora y tres más del filial, Azón, Francho y Francés, totalmente integrados y con muchos minutos en el primer equipo.

En todo caso, la lentitud del mercado va a hacer que las operaciones se concentren en la última semana de una ventana de fichajes que se cierra el 1 de febrero, con claro predominio de las cesiones y de los jugadores libres. Con total predominio habría que decir. El Zaragoza no es una excepción y casi todos los clubs están buscando salidas antes de abrir la puerta a refuerzos, por no hablar de que la sombra del covid, los estadios cerrados y la crisis hacen que los equipos miren muy mucho los contratos a realizar en sus fichajes. Hasta ahora, el Albacete, que fichó a Tana, el Málaga, a Alexander González tras la lesión de Calero, y el Oviedo, a Borja Valle, han hecho esos nuevos contratos a futbolistas libres. Mientras que Ivanildo llegó cedido al Almería desde el Sporting de Portugal y Cristo González al Mirandés desde el Udinese. Y ya no se cuentan más movimientos en Segunda en una semana de mercado, aunque la mayoría de esos ya estaban cerrados antes de abrirse esta ventana. Hay que esperar a dar salidas, no queda otra.

El Zaragoza se está moviendo en el mercado de delanteros, el más caro, y Jorlian Sánchez (Leones Negros de México) es muy del gusto de JIM, si bien es una opción aún en estudio, mientras que sí ha sido más firme en su determinación por la cesión de los centrocampistas Lucas de Vega, frenada por el Barcelona, o Luismi Sánchez, al que el Elche no deja salir por ahora. Por último, en el eje el candidato más sólido es Mathieu Peybernes, que llegaría cedido del Almería.