—¿Se les ha pasado ya el enfado tras la derrota ante el Albacete, por cómo se produjo?

—Es un cabreo importante porque después de cómo fue todo el partido que te metan en el último segundo hace que al final se te quede cara de tonto, pero tenemos que pensar en el partido de Vallecas, que es el más cercano e importante ahora mismo. Estamos trabajando bien y si todos los partidos son como el último nos irá bien seguro.

—¿Qué le rondó por la cabeza cuando anotó Eddy Silvestre en el último suspiro?

—Que todo el trabajo hecho no ha servido para nada. Te vas con cara de decepción. También cuando estás en casa y lo piensas en frío, el trabajo fue estupendo, pero no puede ser que nos metan en el último segundo.

—De todos modos, a pesar del final, este es el camino a seguir.

—Todo el mundo, incluido yo, por lo que he hablado con la gente, pensamos igual. Fue un partido estupendo, hicimos las cosas muy bien y si seguimos en esta línea van a llegar muchas más victorias que derrotas.

—Tanto Víctor Fernández como Guitián han hablado de la falta de picardía, del dominio del ‘otro’ fútbol. ¿Coincide?

—Sí, puede ser. Somos un equipo muy joven y no tenemos esa picardía que pueden tener otros equipos más veteranos. Hay que mejorar eso, pero con el tiempo se conseguirá. De los errores se aprende y seguramente de aquí a un tiempo nos reiremos de todo esto.

—¿Qué tal ha visto a sus compañeros en estos primeros entrenamientos de la semana?

—Después del partido sí que nos vinimos abajo porque fue un palo duro, pero al final somos un equipo, estamos todos unidos y nos vamos a levantar como nos levantaremos de muchas más que puedan pasar.

—En estas tres últimas jornadas a pesar de sumar tan solo cuatro puntos de nueve posibles se ha mejorado el juego. ¿Qué ha cambiado?

—No sabría decirle. Cuando pillas una mala racha es muy complicado salir y es cierto que la tuvimos, pero ahora estamos en un buen momento. El partido del otro día es para quitarlo de la cabeza, pero hay que seguir como lo estamos haciendo. El equipo está en un momento idóneo para seguir afrontando lo que viene, que son encuentros duros e importantes.

—¿Cree que se había perdido un poco la identidad en el juego?

—Sí que es cierto que un poco se perdió. La confianza, la baja de Dwamena nos afectó… Pero bueno, hay que pensar en el presente y el equipo se ve que quiere ganar, va a todos los partidos a por ello. Estamos entrenando muy bien y eso para nosotros es muy importante.

—¿Cuánta incidencia ha tenido el cambio de sistema al doble pivote en la mejoría del equipo?

—Somos de jugar el balón y hubo algunos partidos en los que no estuvimos muy cómodos con él, pero hemos vuelto a la identidad que teníamos y el sistema de ahora le va bien al equipo y a mí también.

—¿En qué le beneficia este sistema personalmente?

—Soy un jugador de mucho recorrido, me gusta defender y atacar, un jugador como dice la gente box to box, por lo que para mí es idóneo. Estoy muy contento por jugar en esa posición, pero obviamente, me pongan donde me pongan voy a estar muy contento porque lo que quiero es jugar.

—Su gran nivel ha despertado el interés de varios clubs de Primera División que le están siguiendo atentamente.

—Le voy a responder lo que siento y estoy viviendo. Soy jugador del Real Zaragoza, mi equipo es el Real Zaragoza, estoy muy feliz aquí, quiero subir a Primera División con el Real Zaragoza y ojalá mi equipo de toda la vida sea el Real Zaragoza y en Primera. Ahora mismo mi equipo es este y lo que quiero es subir al Real Zaragoza.

—¿Le inquieta o piensa en ello?

—No. Me han llegado comentarios sobre equipos de Primera, pero es que no me lo imagino, lo veo algo surrealista porque soy del Real Zaragoza. Me he criado aquí, estoy entrenando y no tengo la cabeza puesta en ningún sitio más allá de mi equipo, mi ciudad, mi familia que está aquí, mis amigos. Mi entorno gira en torno a esto. No miro más allá, quiero ver el presente porque en dos días nadie se acuerda de ti. Lo que tengo que hacer es centrarme en lo que estoy haciendo y estoy jugando bien. No necesito nada más.

—En el apartado deportivo llegan dos rivales de aúpa como el Rayo Vallecano y el Girona. Casi nada.

—Van a ser dos partidos muy complicados. Si todos los rivales son difíciles imagínese estos dos, que son grandes equipos. Podemos ganar a cualquiera y nosotros nos vamos a dejar todo en el césped para conseguir las victorias que merecemos.

—¿Estamos viendo al mejor Raúl Guti desde que es futbolista profesional?

—Bueno… Me siento en un momento muy bueno de mi corta carrera, pero por eso mismo, por ser corta, no le puedo decir. Igual dentro de cinco años estoy a mucho mejor nivel, tengo mucho margen de mejora en muchos aspectos.

—¿Se debe a algo especial este estado de confianza, seguridad y ánimo con el que está jugando?

—Ahora mismo, en esta etapa de mi vida, estoy muy tranquilo y muy centrado en lo que tengo que estar. El fútbol es lo primero y va a ser lo primero. La confianza que te dan es lo más importante y el míster me la está dando. Cuando un jugador crece es por esa confianza y por la cabeza.

—¿En qué ha cambiado o progresado más desde aquel Guti que comenzó a ser importante hace dos temporadas?

—Madurez. Cuando empiezas con el primer equipo no sabes cómo es el mundo profesional y yo nunca había vivido eso. Seguidamente vino la lesión de pubis y ahí pegas el golpe encima de la mesa, es cuando más maduras porque estás apartado del equipo, no te sientes partícipe… Las cosas cambian y te vas dando cuenta de cómo son. Ahí es cuando te das cuenta de que quieres ser futbolista, empiezas a cuidarte de verdad, a ver las cosas de otra manera, a ser consciente de que los kilómetros que tienes que correr para alcanzar a un jugador… Son muchos factores que se van aprendiendo.

—¿Ese espíritu competitivo del que hace gala en el campo lo ha tenido siempre o lo ha ido moldeando con el tiempo?

—Siempre lo he tenido. Siendo sincero, para otros aspectos de la vida soy más blando, pero una vez que entro al terreno de juego mi espíritu competitivo va a más. En el mundo del fútbol es donde más me divierto, pero también es cuando más competencia tengo, por lo que quiero luchar.

—¿Le agradece la afición especialmente ese esfuerzo?

—Sí, lo noto y lo agradezco muchísimo. Cuando un jugador nota eso es cuando más va a dar de sí. Siento que la afición está conmigo, que me apoya y cuando sales a La Romareda delante de tantas personas, que te aplaudan o coreen tu nombre, te crea esa confianza que hace que merezca la pena luchar por toda esa gente.

—El Zaragoza ha bajado al décimo puesto, pero sigue cerca de los puestos de arriba de la tabla. ¿Le preocupa la clasificación?

—No la suelo mirar mucho, la Liga es muy larga y depende de pocos puntos. No tenemos que guiarnos por la clasificación y sí por cada partido que juguemos. Hay muchos equipos y estamos todos apretados. Estamos todavía en noviembre y queda mucho por delante.

—La principal novedad de esta semana es la incorporación de Javi Puado. ¿Cómo la valora?

—Va a ser un chico que nos va a aportar mucho. Siempre es algo positivo que entre gente al equipo. Es un tío bastante bueno, muy buena persona y muy cercano desde el primer día. Eso es de admirar. Con el grupo que hay, que estamos muy unidos, se va a integrar enseguida. A nivel futbolístico llevamos dos entrenamientos con él y tampoco puedo decir grandes cosas porque no es lo mismo entrenar que jugar partidos. Es un futbolista escandaloso y creo que nos va a aportar mucho.

—Pero no tiene las mismas características que Dwamena.

—No es Raphael, pero nos puede ayudar en muchas más cosas. Nos puede aportar ese gol que necesitamos y esa verticalidad que buscamos.