Más allá de coincidir en el Real Zaragoza, uno en el primer equipo, Narcís Juliá, y otro en el filial, Raúl Agné, en los dos años en que este último permaneció en el Deportivo Aragón (90-92), Girona es el verdadero nexo de unión entre el director deportivo y el entrenador, donde nació la estrecha relación que mantienen. En el verano del 2002, Juliá era máximo responsable deportivo del Girona, Agné apuraba sus últimos días como jugador y lo fichó para el club catalán, si bien en ese último curso de su carrera como futbolista apenas pudo jugar por una lesión de rodilla.

Aquella temporada Juliá la empezó como director deportivo y la acabó como entrenador tras destituir a Pep Moratalla y ser clave en la promoción de ascenso del Girona a Segunda B. Agné ya había anunciado su retirada por las lesiones. Ahí se inició una relación entre ambos que se ha prolongado en el tiempo y que tiene su segunda etapa más cercana desde finales de octubre pasado, cuando Agné fue la apuesta de Juliá, tras caerse antes otras, para relevar a Luis Milla en el banquillo zaragocista después de solo 11 jornadas de Liga disputadas.

99 partidos en Segunda

En la 09-10 Juliá logró como entrenador la permanencia del Girona en Segunda, el club catalán cambió de propiedad y Xavier, hermano del director deportivo zaragocista, pasó a ser el encargado de esa parcela en el Girona para que Agné fuera el entrenador mientras Narcís tomaba rumbo al Barcelona como ayudante de Andoni Zubizarreta. Allí, en el 2011, Agné fue uno de los grandes candidatos para dirigir al Barça B junto a Óscar García, pero fue Eusebio Sacristán quien sustituyó en el filial a Luis Enrique.

Girona les unió y es el segundo hogar deportivo de ambos. Un equipo muy especial para los dos. Tras acabar su carrera como futbolista allí, Agné llega al Girona en el 2007 en Segunda B y tras haber dirigido al Peralada y al Palamós en Tercera División. Eran sus primeros pasos en el banquillo. El Girona de Agné subió a Segunda y el técnico de Mequinenza fue destituido en la 08-09 en la categoría de plata, para volver a Montilivi en el 2010 y permanecer otra temporada y media más. En total, 99 partidos en Segunda dirigió al conjunto catalán (solo Machín le supera), a los que hay que añadir 38 en la categoría de bronce y los cuatro de la promoción de ascenso en el curso 07-08, donde llevó al cuadro gerundense a su ubicación en la actualidad, a la Liga 1,2,3.

Agné pasó por varios clubs como jugador (Mequinenza, Aragón, Figueras, Binéfar, Palamós y Girona) y también como entrenador (Peralada, Palamós, Girona, Recre, Cádiz, Tenerife y Zaragoza). Sin embargo, la vida deportiva de Narcís Juliá se escribe casi en exclusiva entre Montilivi y La Romareda, salvo una corta experiencia junto a Víctor Fernández en el Oporto y una más larga en la secretaría técnica del Barcelona. En sus inicios como jugador y con 19 años, Luis Costa lo captó para el filial desde el Girona y pasó por el Aragón y el Zaragoza demostrando sus condiciones de central y de líbero hasta que una lesión de rodilla le obligó a colgar las botas con solo 30 años, a finales de 1993.

Segundo entrenador

En el Girona fue también director deportivo y entrenador (en la 02-03 y en la 09-10, donde firmó una sufrida salvación al final tras sustituir a Cristobal Parralo), mientras que, en el Zaragoza, Juliá desempeñó el puesto de preparador del juvenil y de ayudante del primer técnico en varias fases, con Txetxu Rojo, con Luis Costa, con Juanma Lillo y con Víctor Fernández. Desde diciembre del 2015, ocupa en la entidad zaragocista el puesto de director deportivo, después de relevar a Ángel Martín González, y ha vuelto a unir su carrera con la de Raúl Agné, con el Girona como referencia indudable en la vida deportiva de ambos. Hoy serán rivales del otro club de sus vidas.