Cerrada la jornada 18ª, a una del descanso navideño, el Real Zaragoza está instalado en la 20ª posición con 16 puntos. Los números le señalan como uno de los grandes candidatos al descenso, pero con más de medio campeonato por delante queda la esperanza de agarrarse a una reacción para conservar la categoría. Sin embargo, no es sencillo. No solo porque su fútbol carezca ahora mismo de argumentos para creer en una resurrección ni porque la atmósfera sea irrespirable, sino porque la tendencia de la competición indica que una vez anclado en el fondo de la tabla a estas alturas del torneo, las posibilidades de abandonar esas plazas se reducen al 50% como mucho.
Desde que el conjunto aragonés perdiera contacto con la élite, hace ya seis cursos, de los clubes que estaban a estas alturas en las cuatro últimas posiciones, tan solo se salvaron dos como mucho. No lograron evitar la Segunda B Hércules y Castilla (2013-2014); Racing y Sabadell (2014-2015) y Llagostera y Bilbao Athletic (2015-2016). El escalofrío es mayor si se observan las dos campañas anteriores: UCAM Murcia, Mallorca y Mirandés (2016-2017) y Cultural Leonesa, Lorca y Sevilla Atlético no consiguieron remontar con 24 jornadas por delante. Una vez dentro de este tipo de dinámicas, a las dificultades matemáticas para recolectar los puntos necesarios se suman otro tipo de factores, entre ellos la cualificación y experiencia de una plantilla para afrontar un reto deportivo y psicológico de semejante envergadura. Además, por supuesto, de la toma de conciencia de las correspondientes directivas para buscar soluciones fuera si nos las hay dentro. Que no suelen hallarse.
Cuatro entrenadores tuvo el Córdoba el ejercicio pasado para evitar la quema definitiva. No suele ser lo mejor, pero le sirvió con Sandoval, su última apuesta. Era colista con 13 puntos y brincó fuera del infierno en los cuatro últimos partidos con un pleno de victorias. Sus tres acompañantes a las puertas de Navidad se fueron por el desagüe. Algo similar ocurrió con el Nástic un año antes. Portaba el farolillo rojo en estas fechas y tres técnicos después y venciendo los tres últimos encuentros en los que estuvo Nano Rivas, los catalanes firmaron la permanencia. El trío de viajeros de desgracias antes de este paréntesis festivo acabó descarrilando.
El relevo masivo en el banquillo, no obstante, no es sinónimo de casi nada. Muchos lo intentaron por esa vía, casos de Mallorca, Mirandés, y Lorca. Tampoco la continuidad viene ligada al éxito del proyecto como ocurrió con Tenevet en en el filial sevillista, Ziganda en el Bilbao Athletic o De la Barrera en la Cultural, que aguantaron al timón hasta el hundimiento. La respuesta está en los futbolistas, en su compromiso real y en sus capacidades, y en saber reforzarse con tino en el mercado de invierno. Escapar de esta cárcel va resultar muy caro. Con lo barato ya se ha llegado hasta aquí.
Clasificación y puntos en la 18ª jornada de las seis últimas temporadas
2018-2019
Reus 17
Zaragoza 16
Cordoba 14
Nástic 13
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2017-2018
Leonesa 19
Lorca 16
Sevilla At 13
Cordoba 13
(Descienden Cultural Leonesa, Lorca y Sevilla Atlético)
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2016-2017
Mallorca 19
Mirandés 19
Ucam Murcia 18
Nastic 16 (Descienden UCAM Murcia, Mallorca y Mirandes)
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2015-2016
Albacete 19
Llagostera 17
Bilbao Athletic 15
Almería 14
(Descienden Llagostera, y Bilbao Athletic)
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2014-2015
Llagostera 19
Racing 17
Sabadell 15
Albacete 15
(Descienden Racing y Sabadell)
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2013-2014
Sabadell 21
Hércules 21
Alavés 19
Real Madrid Castilla 17
(Descienden Hércules y Castilla)