Bruno Perone dejará de ser en las próximas horas jugador del Real Zaragoza. El central jugará el resto de temporada en el Extremadura, que, de este modo, reforzará su defensa con un futbolista que no era la primera opción. Sin embargo, la negativa de Albentosa, que ayer rescindió su contrato con el Deportivo, ha llevado al club extremeño a recurrir a su segunda preferencia.

De este modo, Perone, que ayer se ejercitó en solitario mientras su representante y el Real Zaragoza ultimaban los detalles de la operación, volverá a encontrarse con Rodri, el técnico con el que ya coincidió en el Nástic.

La salida de Perone liberará al Real Zaragoza de la mitad del salario que percibe el jugador, lo que le ayudará a asumir el coste de la ficha de Chechu Dorado, su potencial sustituto. Sin embargo, el cordobés mantiene un pulso con la directiva del Rayo Vallecano y, concretamente, con su presidente Raúl Martín Presa. A pesar de que la entidad madrileña había prometido al jugador que facilitaría su salida en deferencia por su buen comportamiento y rendimiento a lo largo de las cuatro temporadas que acumula ya en el Rayo, continúan las diferencias respecto al finiquito a percibir por el andaluz.

Además, el Rayo no quiere dejar salir a Dorado hasta que no incorpore otro central o, lo que parece más probable, un mediocentro que también pueda actuar en esa demarcación.

La segura salida de Perone, al que todavía le restará un año de contrato con el Real Zaragoza cuando acabe su cesión en el Extremadura, será la segunda desde la apertura del mercado invernal. La primera fue la del suizo Oliver Buff, que se marchó al Anorthosis chipriota. El club aragonés hace tiempo que da por segura la marcha de Jeison Medina, que regresará a Colombia. Pero el delantero sigue formando parte de la plantilla zaragocista, aunque tanto su entorno como el Zaragoza insisten en que se irá en las próximas horas.

El cuarto en discordia, Raí, no tiene intención alguna de abandonar la disciplina blanquilla a pesar de la insistencia del club en la conveniencia de que se marche cedido a uno de los equipos de Segunda B que están interesados en hacerse con sus servicios. Al igual que sucedió el pasado verano, el delantero brasileño, al que le quedan dos años y medio de contrato con el Zaragoza, y su entorno rechazan cualquier opción porque solo quieren continuar en el equipo aragonés.