Giorgi Papunashvili ya está en Zaragoza. El mediapunta llegó a la capital aragonesa a primera hora de la tarde del domingo en un AVE procedente de Barcelona, donde aterrizó el avión que le trasladó desde su país, Georgia, donde ha permanecido casi un mes para recuperarse de una lesión que en Zaragoza no terminó nunca de curar. En principio, Papu llega completamente recuperado del edema óseo que sufre en el tobillo izquierdo y que decidió tratarse en su país.

El jugador iba a regresar el pasado fin de semana, pero, finalmente, el viaje se retrasó una semana más para acabar de completar la rehabilitación con su médico de confianza. Este lunes, Papu iniciará un plan específico de dos o tres días destinado a preparar su reincorporación al grupo, algo que, en principio, tendrá lugar a mediados de esta semana.

Si, efectivamente, el georgiano está recuperado completamente y no surgen más problemas, todo apunta a que estará a disposición de Víctor Fernández para desplazarse el próximo fin de semana a Cádiz y tener minutos en el encuentro que enfrentará, el lunes, al Real Zaragoza con el conjunto andaluz. Las lesiones están lastrando a Papu la temporada en la que el georgiano -apuesta personal de Lalo Arantegui, que lo fichó el verano del 2017- debía ser determinante. Una rotura de fibras en pretemporada fue el inicio de un calvario que se acentuó a partir del encuentro disputado el 28 de septiembre en Albacete, donde disfrutaba de su primer partido como titular.

Allí, Papu sufrió un estiramiento en el ligamento de su tobillo izquierdo y una fuerte contusión sin rotura que, en principio, le iba a mantener tres semanas fuera de los terrenos de juego pero que finalmente fueron tres meses. Tras reaparecer ante el Extremadura, participó en otros tres partidos más y una nueva lesión en su pie izquierdo le provocó una distensión de ligamento. Otra recaída tras un golpe le mantiene, de momento, otros dos meses fuera. El georgiano es el jugador de campo con menos participación hasta el momento tras haber disfrutado de tan solo 281 minutos jugados en 9 partidos, aunque en solo dos de ellos fue titular.