"A nadie le gusta que le dejen sin cobrar una mensualidad mientras el resto lo hace". Tanto el abogado de José María Movilla, Gonzalo Acebal, como el agente de Javier Paredes, Manuel García Quilón, eludieron hacer una valoración y un análisis detallado de la decisión del Zaragoza de no abonar las nóminas hasta final de temporada, aunque esa frase es perfectamente atribuible a ambos, signo de que la medida es otra vuelta de tuerca en el conflicto entre el Zaragoza y ambos futbolistas desde que se les invitó a abandonar el equipo en el pasado mercado de enero, si bien el contencioso ha sido mucho más duro con Movilla, que en la actualidad se encuentra suspendido de empleo y sueldo.

Ese análisis, fruto de una charla más pausada con sus representados, llegará en los próximos días y ahí también la valoración de las medidas a tomar. Aun así, en ambos jugadores ni se descarta, ni se ha decidido por ahora, acudir a otras vías legales para evitar que, entre la plantilla, solo Paredes y Movilla dejen de percibir esas nóminas hasta junio, ya que tampoco está previsto que las perciban los ejecutivos del club. El propio Quilón hacía énfasis ayer en la importancia de respetar los contratos que se firman y lo decepcionante que resultaba que no se llevara a cabo, pero sin entrar en más valoraciones sobre el futuro.

Tanto Paredes como Movilla han cobrado ya la primera parte de la ficha de este curso, tras la denuncia que presentaron ante la Comisión Mixta de la Liga y de la AFE, mientras que el resto de sus compañeros todavía debe percibir esa cantidad, que les debía haber ingresado el club antes del pasado 31 de diciembre. La plantilla sí que está al día en las nóminas mensuales, aunque éstas, según el tipo de contrato firmado, representan solo una pequeña parte de la cantidad global que percibe cada futbolista del Zaragoza.