Todo un curso de supervivencia el que ha hecho Javier Paredes en el Zaragoza. Este mercado de enero que acabó ayer, donde se le invitó a salir y en el que ha seguido en el club, es el tercer periodo de fichajes al que sobrevive con esa Espada de Damocles sobre su cabeza. Con Marcelino en el 2009 y con Gay un año después ya pasó por las mismas y no salió del Zaragoza, que tampoco veía con malos ojos su adiós el pasado verano y que le propuso una rebaja salarial que no fue aceptada. El caso es que el Jabalí ha superado su última prueba de superviviente. El actual capitán acabará su contrato en junio, no llegará a los 14 partidos establecidos en su renovación automática y saldrá del club al que llegó procedente del Getafe en el 2007 y en el que habrá permanecido siete años. Aunque con Paredes esa afirmación tan categórica hay que dejarla en cuarentena...

Paredes llegó al Zaragoza de la mano de Víctor Fernández, entrenador entonces del equipo aragonés. En su primera temporada vivió el descenso y jugó el año siguiente en la categoría de plata, aunque nunca tuvo toda la confianza de Marcelino, con el que jamás congenió del todo y que en el verano del 2009 le señaló la puerta de salida junto a Pulido, Hidalgo y Songo'o. De hecho, desde la segunda fase de la pretemporada, en Huelva, ya les dejó claro que no tenían otra salida que irse. El 31 de agosto solo lo hizo Hidalgo. "No han querido salir y la determinación no la vamos a cambiar. Por lo visto, no quieren jugar, porque ninguno tenía malas opciones económicas y sabían cuál es su situación aquí", dijo Marcelino cuando acabó el mercado sobre Paredes, Pulido y Songo'o. Sin embargo, al entrenador no le quedó otra que cambiar su discurso por la escasez de efectivos en plantilla y antes de octubre el Jabalí y Pulido ya fueron titulares.

Con Gay al verano siguiente, en el 2010, se repitió la historia, aunque con mayor intensidad en el enfrentamiento. El técnico no contaba con Paredes, Pavón, Babic y Songo'o, que no disputaron los amistosos de pretemporada y el lateral zurdo no aceptó ninguna de las ofertas que tuvo para salir al considerarlas insuficientes. Al finalizar el periodo de fichajes, un enfrentamiento con Gay en una sesión, lanzando balones con rabia y con un incidente dialéctico, acabó con el jugador con un expediente disciplinario abierto. Su ostracismo duró hasta que Gay fue despedido en noviembre del 2010. En la primera lista de Javier Aguirre, para viajar a Getafe, volvió.

Renovación en 2012

Tanto con el técnico azteca como con Manolo Jiménez después, Paredes vivió un periodo de mucha más tranquilidad. El entrenador de Arahal fue, de hecho, el promotor de una renovación, con una considerable rebaja de los emolumentos del jugador, en mayo del 2012, una vez consumada la permanencia con la victoria en Getafe. Firmó dos años, que se cumplen en junio, y otro opcional, que no tendrá. Desde diciembre pasado supo por boca del club que se debía ir, pero con una actitud mucho más pacífica y dialogante que en el caso de Movilla, ya anunció a mediados de enero al Zaragoza que no se iba, que no negociaba su salida y Pitarch no tenía el margen económico ni la intención de afrontar su despido. Salvo giro monumental no jugará hasta junio, pero ha sobrevivido. Otra vez. La tercera.