Es indudable la mejoría colectiva en este Zaragoza, mucho más competitivo y más difícil de ganar en esta segunda vuelta donde circula casi a ritmo de récord. Sin embargo, no es difícil señalar a los dos bastiones de este bloque, a los dos jugadores que están sosteniendo el sueño de volver a Primera de un equipo y de su afición. Los goles de Borja Iglesias y las paradas de Cristian Álvarez hace tiempo que les señalan como artífices del camino que ha marcado el equipo de Natxo González con rumbo a la clasificación para los playoffs. Las 19 dianas del ariete gallego, cedido por el Celta, han contribuido a sumar 33 puntos, mientras que las paradas del arquero zaragocista han sujetado al equipo para que pudiera atar 31 puntos. Cifras que dejan muy claro por qué son la pareja de la Liga.

Sus llegadas al equipo, sin embargo, fueron radicalmente distintas. Borja Iglesias era la apuesta más firme para el ataque (junto al ahora osasunista David) por parte de Lalo Arantegui, que tuvo que esforzarse mucho para convencer al Celta y al punta para una cesión que deseaba la mayoría de equipos de Segunda tras sus 34 goles (32 en Liga y dos en playoff) con el filial del cuadro vigués. Borja llegó como indiscutible y lo demostró desde el primer día. Cristian, sin embargo, arribó de rebote. Cuando decidió volver al fútbol tras más de un año de retiro, al Zaragoza se le habían caído opciones como Alberto, que se fue al Rayo, o Caro, que se quedó en el Sevilla, y los destinos del meta y del club confluyeron, una unión que fue una bendición desde que el argentino cogió el ritmo físico tras ese tiempo parado para debutar en Liga en Lugo.

Los números de Borja Iglesias señalan a un ariete grande, que suma 19 goles en total (otro más en Copa ante el Granada), nueve en la primera vuelta y 10 en la segunda cuando aún quedan cuatro jornadas hasta el final de la Liga. Ha marcado en 14 jornadas distintas y, además, ha anotado el primer gol zaragocista hasta en 10 encuentros. Solo en la derrota en Zorrilla con el Valladolid, donde hizo las dos dianas, estas no sirvieron para nada a efectos clasificatorias.

Las otras 17 han contribuido a 33 puntos del Zaragoza, empezando en una primera vuelta donde anotó dos dobletes, en la victoria en Córdoba (1-2) y en el empate en la Ciudad Deportiva Cisneros Palacios con el Sevilla Atlético (2-2). Además, marcó la diana de las tablas ante Osasuna y Granada, ambos partidos sellados con 1-1, y colaboró en el triunfo por 3-0 ante el Numancia con un gol y una asistencia a Toquero. Los nueve tantos de la primera vuelta se completan con el doblete sin fruto en Pucela.

EN AUMENTO

Tras el ecuador liguero y después de pasar por una crisis de juego en diciembre y en enero, Borja Iglesias ha sido aún más vital en el ataque zaragocista, referencia indiscutible por lo que genera en las defensas rivales y por los goles que anota. En la jornada 26 marcó en la victoria ante el Lugo (2-0), una semana después repitió en el triunfo en Tarragona (0-2) y contra el Oviedo en la 28ª cita liguera volvió a repetir diana y triunfo (2-1). Otro gol más ante el Lorca (3-1), los dos de la victoria ante Osasuna en El Sadar (1-2), el anotado para doblegar a la Cultural en León (0-1), otro más contra el Almería en La Romareda (2-1) y los dos frente al Sporting (2-1). Es decir, 10 tantos en las últimas 13 jornadas, las del despegue zaragocista.

Borja, que lleva 36 partidos de Liga, todos de titular, y 3.172 minutos, suma cinco asistencias a sus 19 goles, algunas tan importantes como las que dio a Febas y Pombo en el triunfo por 3-2 ante el Rayo o la que regaló también al propio Pombo para marcar el único tanto ante el Tenerife.

Mientras, Cristian Álvarez ha jugado 33 partidos de Liga (2.949 minutos), ya que no debutó hasta la quinta jornada, en el Anxo Carro, y se perdió por sanción el duelo en Albacete. Como sucede con Borja, aunque quizá aún en mayor grado, su protagonismo ha crecido en la segunda vuelta, aunque ya en el primer tramo liguero dejó constancia de su nivel. Sin embargo, en el despegue zaragocista ha sido clave.

Hasta el ecuador liguero sostuvo al Zaragoza en los empates en La Romareda ante el Nástic y Osasuna, ambos 1-1, o en las victorias en Lorca (0-2), con gran parada a Adán Gurdiel, contra el Rayo (3-2), donde Embarba y De Tomás lo sufrieron, o en Gijón con el Sporting (0-1), con varias intervenciones de mérito y un penalti parado a Michael Santos, además del posterior remate a bocajarro de Pablo Pérez.

Sin embargo, en las últimas 13 jornadas ha firmado varias actuaciones inolvidables, culminadas con la exhibición frente al Sporting del sábado (2-1), con ocho paradas, seis de ellas de tremendo valor, sobre todo tres a Carmona. En una de ellas, en la falta al filo del descanso, La Romareda reconoció con una ovación el nivel del meta. Su otra actuación casi sobrenatural fue en Pamplona, donde desquició al mejor Osasuna del curso y a Quique en particular (1-2). Mientras, en Tarragona (0-2) firmó varias paradas de mérito, como también en Reus (1-1), sobre todo a Haro y a Carbiá, lo mismo que en el empate en Alcorcón (1-1), donde Jonathan Pereira y Álvaro Peña tuvieron grandes ocasiones.

También fue importante el guardameta argentino en el triunfo ante el Lugo (2-0), paró un penalti a Alejandro Alfaro para sellar la vital victoria ante el Córdoba (1-0) y además tuvo una intervención vital a remate a bocajarro de Rodri frente a la Cultural en León (0-1).

EL FUTURO DE AMBOS

Borja Iglesias acaba su cesión en junio y su nombre ya está en la agenda de varios clubs de Primera, mientras que es seguido con atención por diferentes equipos ingleses. Su futuro, en caso de no subir a Primera el Zaragoza, está lejos de La Romareda. Si el conjunto aragonés logra el ascenso su continuidad ganaría enteros por el deseo del propio Borja. Eso sí, aún debe renovar con el Celta, que si no buscará un traspaso para él, ya que acaba contrato en 2019.

Cristian renovó hasta 2020 tras jugar 25 partidos oficiales, pero no le van a faltar ofertas. Como Borja, también está muy a gusto en el Zaragoza. Si hay ascenso, su continuidad es segura. Si el equipo permaneciera en la categoría de plata no hay que descartar ningún escenario.