Justamente ayer se cumplió una interesante efeméride: hace 50 años que Carlos Lapetra, el mejor jugador de la historia de Aragón, disputó su último partido con el Zaragoza. A propósito de la fecha, Raquel Machín reunió a Juan Manuel Villa y a Canario, compañeros y amigos del futbolista de la zurda de oro, para evocar su legendaria figura en un momento tan señalado. Y, de paso, charlar de fútbol. La conversación fue publicada el pasado domingo bajo el titular ‘Medio siglo sin el genio’ y la pueden releer cuando quieran en la edición digital de este diario o a golpe de clic en google. Es la nueva eternidad. En medio de un sinfín de elogios a Lapetra, a su juego virtuoso, su personalidad y su transcendencia, Villa y Canario también realizaron un paseo por la actualidad.

Al respecto, esto dijo Darcy: «Todo el mundo juega igual. Pase, pase, al portero. Están en el medio, al portero. Eso no es fútbol».

El brasileño se quejaba del excesivo horizontalismo del juego hoy en día, muy posicional y aburrido por momentos. Todo ha cambiado con respecto a su época. La capacidad física de los futbolistas, los métodos, la preparación, la puesta a punto, la tecnología, la capacidad para anular virtudes y el miedo, que guarda la viña a menudo. Alcaraz espera un Zaragoza más fiable y compacto en Alcorcón. Es necesario. La fragilidad defensiva está siendo terrible. Pero bien iría también que escucharan a los dos magníficos y, como hizo Benito en la segunda parte contra el Mallorca, comprendieran que la ventaja en este juego la ponen el regate, la valentía y la verticalidad.