Uno de los futbolistas más valiosos de la Liga y, sin duda, el de mayor peso en el Real Zaragoza en la anterior temporada fue David Villa. 17 goles (el 37% de los 46 de su equipo) en un campeonato del que disputó todos los partidos de titular y cuatro tantos en la Copa del Rey, de la que fue campeón, confirman al ariete como el jugador más productivo de la plantilla. Su presencia en el conjunto aragonés resulta una bendición, pero el cuerpo técnico, consciente de que el fichaje de Oscar González no es una garantía absoluta de gol y de que la sequía rematadora ha sido el lastre más importante del equipo en las últimas temporadas, continúa en la búsqueda de un especialista que pueda suplir con garantías las posibles ausencias del asturiano en el once. Portillo ha salido a escena, pero no convencen sus prestaciones ni su carácter, que podría resultar conflictivo si exigiera la titularidad que se le presupone a un cedido por el Madrid.

Oscar logró diez dianas en el curso pasado con el Valladolid, si bien en los 43 encuentros que jugó en sus dos primeras temporadas en Primera sumó tan sólo tres. El delantero que solicitaba Víctor Muñoz para compensar el exceso de responsabilidad que recae en Villa y la escasa aportación de sus compañeros, no ha llegado. La sociedad que puede formar con Oscar como solución alternativa es una incógnita, por lo que el riesgo de continuar con unas prestaciones pobres en ataque sigue latente, ya que Dani, a quien aún no se le ha respondido a su contraoferta para renovar, actúa también de enganche. Todos estos detalles han sido tenidos muy en cuenta por un cuerpo técnico que trabaja para hallar un futbolista que ofrezca el perfil adecuado para ese puesto.

El técnico solicitó un portero, dos laterales, un medio centro y un realizador de cierta fiabilidad. En realidad pidió mucho más, pero sus deseos se deberán ajustar a los parámetros económicos establecidos por la directiva, que en ningún caso contemplan una inversión espectacular en un futbolista de área. Gran parte de los recursos que quedan para gastos de fichajes están dirigidos a la contratación de Movilla, que ayer se entrenó con el Atlético de Madrid en el regreso al trabajo del equipo rojiblanco, y una partida muy inferior para la adquisición del guardameta Luis García, del Numancia, un portero que levanta sospechas sobre cuál sería su rendimiento en Primera.

El Pelado tiene una oferta sobre la mesa de 5,5 millones de euros brutos más incentivos por cuatro años, y su respuesta ha sido que desea ese capital pero neto y sin el apartado de los incentivos. Celades, mientras tanto, es la alternativa más firme en el caso de que Movilla decida quedarse en el Calderón.

TESTIMONIAL La pérdida de confianza, ya de forma absoluta, en Yordi, Bilic, Drulic y Espadas se refleja en que todos ellos están dentro del paquete de transferibles o posibles cesiones, lo que podría dejar a Villa como única referencia atacante de la plantilla. Yordi tiene un año más de contrato con el Real Zaragoza, al igual que Bilic, y ambos han manifestado con rotundidad que nunca aceptarán una salida que no se a hacia un equipo de Primera. Drulic, el fichaje más caro en la historia del club, y Espadas aparecen como monedas de cambio. La participación de los cuatro durante el pasado ejercicio resultó testimonial --Espadas fue cedido al Cádiz y el que más jugó fue Yordi, con 369 minutos en su haber--. El problema crece porque Drulic y Bilic ocupan plaza de extranjeros y sus nóminas no están al alcance de cualquiera.

Pese a esos obstáculos, el Real Zaragoza no quiere dejar solo a Villa con todos los peligros que ello implicaría. Un medio centro, sí; un delantero, también.