Los números hacen del Real Zaragoza de Natxo González el peor de los últimos cinco años. En este lustro en que el equipo anda perdido en la Segunda División nunca había acumulado tan pocos puntos ni tan pocas victorias al cabo de 13 jornadas. 15 puntos de 39 posibles y únicamente 3 triunfos son un bagaje insuficiente por sí mismo, mucho más en comparación con otros cursos. Números que en otras ocasiones hicieron tambalearse al entrenador, si no había caído ya. El equipo aragonés está mucho más cerca de la zona baja que de los puestos por los que en teoría lucha. Tiene 8 puntos de desventaja con el primero, está a siete del playoff y tres más arriba del descenso.

La temporada pasada el Real Zaragoza no concedió tanto tiempo a Luis Milla. El turolense ya había sido despedido dos jornadas antes, tras acumular seis partidos sin ganar y empatar a cero en Valladolid en un día en el que el técnico priorizó que a su equipo no le metieran goles. En 11 jornadas a Milla solo le dio tiempo a sumar 13 puntos con tres victorias y cuatro empates, 15 goles a favor y 16 en contra. Era decimoquinto. Llegó Raúl Agné y el equipo pareció remontar ligeramente el vuelo. En la jornada 13 era undécimo con 17 puntos, dos más que ahora, fruto de 4 victorias y 5 empates, con 19 goles a favor y otros tantos en contra. Estaba a 13 puntos del líder pero solo a uno del playoff y tres por encima del descenso.

Más cuartelillo tuvo Ranko Popovic en la temporada 2015-16. También mejores números. Después de 13 partidos era cuarto con 20 puntos, cinco victorias y cinco empates, 13 goles a favor y 9 en contra. Estaba situado en puestos de playoff y tenía al líder a tres puntos. El descenso le quedaba seis puntos por debajo. El técnico serbio, que ya se había oído el «Ranko, vete ya» tras perder en casa contra el Osasuna en la quinta jornada, tardó mes y medio en caer, el 20 de diciembre, tras 18 partidos y una derrota (3-1) en Tarragona. Su equipo era octavo con 27 puntos, siete triunfos y seis empates.

Una jornada más de las que lleva Natxo González aguantó Víctor Muñoz. Con un equipo hecho al final del verano, con dos juveniles en la alineación del primer partido de Liga, el aragonés llegó a la jornada 13 en octava posición con 20 puntos, cinco victorias y cinco empates, 20 goles a favor y 19 en contra. Estaba a seis puntos del primero, a uno del playoff y siete por encima del descenso. En la siguiente jornada, la 14, perdió en Soria (2-0) acumulando cuatro partidos sin ganar y se calentó en la rueda de prensa posterior. Fue fulminado por eso.

Solo Paco Herrera tuvo una vida más larga en el banquillo aragonés, todavía con Agapito Iglesias en la propiedad, con García Pitarch como director general. Empezó la temporada 2013-14, tras el último descenso del equipo, y cesó como entrenador del Real Zaragoza 30 jornadas después, el 17 de marzo del 2014, para dejar paso a Víctor Muñoz. Era duodécimo con 39 puntos, 10 victorias y 9 empates, 36 goles a favor y 38 en contra. En la jornada 13 su equipo era también decimoquinto, como ahora, pero con un punto más, 16, conseguidos en cuatro victorias y otros tantos empates. Estaba a diez puntos del primero, a cuatro del playoff y solo dos le salvaban de estar en puesto de descenso. En esa decimotercera jornada perdió en casa contra el Numacia (1-2) y el público señaló al técnico. El club decidió darle un margen pero con la amenaza del despido si el equipo no mejoraba. En realidad fue una amenaza más o menos constante durante toda la temporada, hasta que se hizo realidad en marzo.