Durante estos últimos años, el Real Zaragoza viene sobreviviendo con delanteros cedidos, lo que ofrece una nítida ventaja, puede acceder a futbolistas de buenos equipos que habitualmente tienen la carrera por delante y reúnen calidad y ánimo por prosperar, y una desventaja, no son de su propiedad y por lo tanto lo único que dejan es el recuerdo y el rendimiento deportivo. No hay más opción para la Sociedad Anónima en la actual coyuntura en un mundo en el que el gol vale un dinero que no puede pagar en traspasos. Así configuró el club la delantera en verano, con Dwamena y Luis Suárez a préstamo; así la redibujó con Javi Puado después de la baja del ghanés y así la espera completar en el mercado de invierno con André Pereira, procedente del Oporto.

Bien empleada estará la apuesta si la productividad de los tres conduce al Real Zaragoza al maná económico de la Primera División. U obligará a la enésima reinvención en verano si la empresa fracasa. Con el fichaje en ciernes de Pereira, un futbolista muy alto, trabajador, de silueta muy específica, el club y el entrenador han optado por cerrar el círculo y configurar una delantera con perfiles complementarios, más que llamar la atención con una contratación con un nombre escondido detrás de luces de neón. Víctor Fernández quiere tener de todo en ataque: hombres para correr al espacio, para fijar centrales, para bajar o dar continuidad a los balones por arriba, para jugar de espaldas, para tocar y correr, con movilidad, más estáticos, pero todos, todos, con un mismo patrón, jóvenes, con una elevada capacidad de desgaste físico y con hambre, energía y deseo. Y con aptitudes para hacer gol, aunque Luis Suárez mantendrá su cartel estelar. Trece goles son muchos goles. Su liderazgo es indiscutible.

En medio de idas, Pombo, de próximas venidas, André Pereira, de negociaciones para que haya más salidas y más entradas, de reestructuraciones de plantilla y de aplazamientos, llega otro partido. El foco de las ilusiones apunta estos días fuera del césped. Al campo deben volver las luces. Cada victoria será vital esta temporada, sumar alguna más o alguna menos seguramente trascendental. Cada tres puntos más son tres pasos más cerca del objetivo. Toca dejar todo a un lado y mirar cara a cara al Sporting.