Trae el nuevo año el comienzo de la operación salida en el Real Zaragoza con el primero de los tres nombres que estaban en la rampa de lanzamiento para abandonar la disciplina blanquilla en este mercado de invierno. Jorge Pombo pone rumbo al Cádiz y se marcha cedido con opción de compra obligatoria en caso de ascenso del conjunto gaditano, líder destacado de Segunda. El acuerdo entre clubs es total y de hecho se le espera de forma inminente por Cádiz.

La salida de Pombo supone que el club libere la mitad de su salario, en torno a 100.000 euros de los alrededor de 200.000 que percibe tras su renovación. Es decir, el Real Zaragoza dispone de cara a este mercado de invierno, a falta de posibles inyecciones económicas derivadas de patrocinios y a la espera de culminar otras salidas del equipo, algo más de 250.000 euros.

La entidad ahora sigue trabajando en las marchas de Papu y Bikoro para aumentar el margen económico hasta el límite salarial, ya que Víctor Fernández reclamó tres incorporaciones, pero antes necesita hacer hueco en forma de salidas con la idea de reforzar primero la delantera, después el centro del campo y, si sobrara dinero, traer un central. El georgiano quiere salir y el Zaragoza lo ve con buenos ojos después de que en el último año y medio su participación haya sido testimonial comparado con la irrupción de su primera campaña y Bikoro no cuenta.

Una relación tortuosa

La salida de Jorge Pombo se produce menos de cuatro meses después de sellar su renovación como jugador blanquillo hasta el 2023 en lo que parecía ser una apuesta por el canterano después de un verano de vaivenes y muy convulso. Al zaragozano le quedaba un año de contrato con la entidad y, después de rechazar la prolongación de su compromiso con el club tras una larga negociación, el Real Zaragoza le puso en el mercado con la intención de venderle en el mercado estival.

Sin embargo, no apareció ningún comprador que se acercase a las exigencias de la entidad y, finalmente, se terminó quedando. Lalo Arantegui expuso que se le había ofrecido al canterano el mismo acuerdo que rechazó en su día y que era de cuatro temporadas y 800.000 euros con un montante ascendente por campaña, pero apenas tres meses y medio después de aceptarlo con algunos flecos se va cedido.

La relación de Pombo con el club ha sido tortuosa por momentos. Debutó de la mano de Luis Milla en Copa del Rey frente al Valladolid en La Romareda en septiembre del 2016 y en Liga dos semanas después en Tarragona frente al Nástic. Con el turolense y con Agné tuvo apariciones escasas y testimoniales, pero con César Láinez fue una pieza fundamental para la salvación.

Al curso siguiente formó una gran sociedad con Borja Iglesias y anotó siete goles en toda la temporada, ayudando a llegar a la promoción de ascenso y este último año su rendimiento fue muy intermitente. Fuera del terreno de juego no sentó bien en el vestuario que se dirigiera a un grupo de aficionados tras perder en casa 0-1 contra el Cádiz. Todo ese cóctel, unido a su negativa a sellar la renovación, propició que un gran sector de la grada le recibiera con pitos, si bien esa relación se fue limando con el tiempo. Sin embargo, ahora ha sido principalmente su flojo rendimiento lo que ha llevado a Pombo a salir del Zaragoza.