Cumple Álex Muñoz 24 años en menos de una semana, es decir tiene mucho futuro por delante, el que se le adivinó en el Hércules, donde se formó, y el que le vio el Sevilla para ficharlo en el 2016 después de pagar 350.000 euros. Firma en el Zaragoza por tres temporadas, aunque el Sevilla, donde le restaba un año de contrato, se guarda un 25% de un futiro traspaso. Los que lo conocen bien, Juan Carlos Mandiá, el técnico del Hércules que le hizo debutar, Pablo Blanco, coordinador de la cantera del club de Nervión, o su último entrenador, Luis García Tevenet, subrayan el hecho de ser central zurdo, que no hay muchos en el mercado, y su nivel actual, ya consolidado en Segunda, donde entre el conjunto alicantino y el Sevilla Atlético lleva 50 partidos en la categoría, pero sobre todo destacan su margen de mejora.

Mandiá lo hizo debutar de lateral zurdo, pero Tevenet y Pablo Blanco lo ven sobre todo como central. Su capacidad aérea, gracias a sus 1,85 metros, y de salida con el balón son las virtudes más destacadas, mientras que debe mejorar en contundencia y el Zaragoza supone el salto al primer escaparate, aunque sus exentrenadores le consideran lo suficientemente maduro ya como para afrontarlo con garantías.

Mandiá, técnico del Hércules en la 12-13, dio la alternativa al central alicantino en Segunda con solo 18 recién cumplidos, en la sexta jornada de aquella temporada, en un duelo contra el Barça B que acabó con una derrota por 0-3. «Aún estaba en el segundo año de juveniles, había hecho la pretemporada con nosotros y teníamos muchas esperanzas puestas en él, lo veíamos como alguien importante en el futuro del club. Lo situábamos más de lateral, aunque después he visto que ha jugado más de central. Puede jugar en las dos posiciones, porque tiene una buena técnica y capacidad en la salida de balón», recalca el entrenador gallego, que añade: «Cuando empezó le faltaba más intensidad defensiva y más agresividad, aunque tenía buenos conceptos».

Mandiá considera que el Zaragoza acierta en la apuesta en Álex Muñoz, porque cree que aún le queda mucho margen de crecimiento y de mejora: «Todavía puede dar mucho más. Le he seguido mucho en estos años porque le tengo cariño al haberle hecho debutar. Tengo mucha confianza en él y en un esquema por ejemplo de tres centrales puede acoplarse muy bien. A mí me parece un fichaje fantástico para el Zaragoza. Es de presente, porque tiene solo 24 años y es un jugador consolidado en la categoría, pero aún más si cabe de futuro, porque albergo esperanzas de que en él hay un futbolista de mucho nivel», sentencia.

SALIDA DEL HÉRCULES

Una deuda del Hércules con la Agencia Tributaria motivó que el club le buscara acomodo y el Valencia y el Sevilla pugnaron por él. Álex Muñoz había sido el jugador más regular, el de mayor aportación, en la temporada 15-16, pero en el playoff de ascenso contra el Cádiz falló en el gol de Güiza que dio al traste con el sueño del club alicantino de subir a Segunda.

El Sevilla apostó fuerte por él. «Es un central zurdo, de los que más cuesta hacerse con ellos porque hay pocos. Es un chico con experiencia, con carácter, juega bien, como casi todos los zurdos, es contundente y es correcto en la anticipación. Va bien por alto, porque tiene mucha talla y ha progresado mucho en la estrategia ofensiva», explica Pablo Blanco, coordinador de la cantera sevillista, que no lo ve como lateral izquierdo: «Puede ser un recurso, porque no tiene mala salida de balón, Pero no es su perfil. Es central 100%», afirma.

Blanco destaca más su primer año en Nervión, donde jugó 19 partidos, y algo menos el segundo, el último, donde participó en 25 en el Sevilla Atlético que bajó a Segunda B, porque «fue una temporada muy difícil para el filial. Casi ninguno dio lo esperado y el equipo bajó. Yo lo veo maduro, aunque es obvio que la exigencia que va a tener en un equipo puntero como el Zaragoza, aunque sea en Segunda, va a suponer una presión mayor».

Destaca el encargado de la cantera del Sevilla la «personalidad» de Álex Muñoz y el hecho de que esté «en la edad idónea, ya que acaba de salir de esa juventud y puede dar mucho. Solo le falta pegar el salto, que le den la oportunidad y la confianza en un primer equipo, algo que en el Sevilla ha tenido imposible por el nivel de los centrales que hemos tenido en estos años».

En esta última temporada en Nervión su entrenador fue Luis García Tevenet, que ahora dirige al Atlético Levante y que vivió en el conjunto sevillista una temporada complicada e irregular, con un descenso a Segunda B cantado mucho antes de acabar: «Álex es un central con buena salida de balón y aplicado tácticamente. Tiene mucha proyección de futuro, porque es joven y con margen de mejora. Ir al Zaragoza le va a hacer crecer en madurez».

TRES GOLES

A las órdenes de Tevenet consiguió anotar tres dianas en este curso, aprovechando su capacidad aérea, porque «es bueno por arriba. Es listo, no hace goles por fortaleza sino por viveza, por inteligencia», recalca el entrenador sevillano, que coincide con Pablo Blanco en no verlo como lateral izquierdo, aunque ahí el Zaragoza ya tiene a Lasure y las opciones de Diego Aguirre y Alberto Benito, este último a pierna cambiada: «Ya lo veo muy adaptado a ser central y últimamente cuando lo situábamos en algún entrenamiento o momento puntual en la banda le costaba»

Para Tevenet, el nuevo central zaragocista «tiene que mejorar los duelos de choque y el cuerpo a cuerpo». Por ahí anda su mejora tras no convencer a Pablo Machín en la pretemporada para quedarse en el Sevilla. Ahora, su presente y su futuro es el Zaragoza.