El stage de pretemporada en Boltaña llega hoy a su fin y, después de la adaptación de la primera semana en la Ciudad Deportiva en la que se comenzaron a ver los primeros brotes verdes en varios de los fichajes, en la localidad pirenaica las sospechas están empezando a ser pruebas fehacientes. Es muy pronto todavía, demasiado, porque la mayor prueba ha sido contra el débil Boltaña, de Segunda Regional. Cuando las balas de fogueo se conviertan en fuego real se verá de qué pasta está hecho cada uno.

El que más está dando que hablar es Borja Iglesias, la principal sensación. Al fin y al cabo, tener a más de media Segunda División suspirando por contar con sus servicios no es baladí. De él se esperan goles, muchos, contados por decenas tal y como hizo en la última temporada con el Celta B, y además sabe a qué equipo llega. Sobre la presión, dijo en este diario que «es una de las cosas que me decidió a venir porque es una manera de seguir creciendo». «Así es como queremos vivir los futbolistas. Si tu listón de exigencia lo tienes alto, esto te obliga a ponerlo aún más arriba para intentar estar siempre a la altura de lo que exige la situación», añadió el delantero.

Fuera del área está mostrando potencia y buen juego de espaldas gracias a su envergadura, pero dentro del rectángulo es donde está mostrando su potencial gracias a su instinto natural que le permite adelantarse a los centrales a la hora de recibir desde el centro o desde la banda. Sabe encontrar el punto concreto de remate y, además, es preciso a la hora de perforar las redes.

En el centro del campo, Buff está destacando en espacios cortos, entre líneas por detrás del punta. Tanto en las sesiones de entrenamiento como en el partidillo contra el Boltaña exhibió capacidad para filtrar el esférico a los espacios y buen desplazamiento en largo. Además, por lo visto, será uno de los encargados de ejecutar las jugadas de estrategia. Por último, y no menos desdeñable, marcó tres goles en el primer amistoso de la pretemporada.

Un jugador que está pasando de puntillas es Eguaras. Sin embargo, su estilo de juego casa como anillo al dedo con lo que pretende Natxo González. Tiene capacidad para presionar en defensa, robar y combinar rápido de cara a lanzar transiciones rápidas. No se complica y es prágmático a la par que seguro.

Por último, los dos laterales procedentes del Reus, Alberto Benito y Ángel Martínez, son alumnos aventajados por su conocimiento de lo que el entrenador vitoriano quiere. Ambos son buenos defensores, guardan las espaldas y suben al ataque con bastante asiduidad. Eso sí, no lo hacen al tuntún ya que conocen cuáles son los mejores momentos para doblar al extremo o para quedarse en su puesto.

Es demasiado pronto y faltan los amistosos más exigentes y toda la competición, pero varios de los nuevos están sorprendiendo gratamente. Luego la Liga pondrá a cada uno en su sitio real.