El resultado de las pruebas médicas a las que fue sometido Pichu Atienza provocó un suspiro de alivio de Víctor Fernández. El central, que tuvo que abandonar el terreno de juego antes del descanso del encuentro amistoso del pasado sábado en Tarragona, sufre una leve microrrotura que apenas necesitará unos días de tratamiento individualizado. Nada que ver, por tanto, con una rotura en toda regla, lo que habría dejado al cordobés fuera de combate durante alrededor de un mes y, por consiguiente, se habría perdido el inicio de la competición liguera.

No será así. Si no hay recaída o problemas en la recuperación, Atienza podrá ser de la partida el sábado 17 ante el Tenerife. Todo un respiro para Víctor, al que se le cae el alma a los pies cada vez que observa la nómina de centrales disponibles. Los problemas físicos se han cebado en una zona del campo que ya dio numerosos problemas la pasada temporada y, de hecho, los únicos dos centrales del primer equipo que ayer entrenaron con el grupo -Grippo y Clemente- acaban de salir de una lesión grave. Además, el canterano parece destinado a jugar con el filial para ir adquiriendo los minutos necesarios y el ritmo adecuado.

Grippo, por su parte, admitió ayer que no tiene claro que pueda llegar al inicio del campeonato en las condiciones idóneas. El suizo dejó en el aire su presencia en el estreno, lo que, junto a la lesión de Guitián, depara un panorama algo desalentador para el técnico aragonés, que reza para que Atienza se recupere cuanto antes y, al menos, pueda preparar el estreno con un central del primer equipo en plenitud. O casi. Su acompañante, eso sí, no lo estará a no ser que en los próximos días llegue un fichaje para ocupar esa demarcación o que Víctor se decida a apostar por Jesús Álvarez, la alternativa del filial.

En este sentido, el club continúa sondeando el mercado en busca de un jugador que aumente el número de centrales del primer equipo y que permita a Clemente bajar con el Deportivo Aragón. La deseada incorporación de Nolaskoain habría minimizado el problema, ya que el central vasco contaba para Víctor como uno de los dos ejes del centro de la defensa. Por eso, la negativa del vasco, que eligió al Deportivo tras ser convencido por el cuerpo técnico -Gaizka Garitano y Patxi Ferreira fueron primer y segundo entrenador del cuadro gallego hace tres temporadas- fue un serio mazazo para el Zaragoza, consciente de la dificultad de encontrar otras opciones que ofrezcan la polivalencia del jugador del Athletic.

A LA ESPERA

Lo que está claro es no habrá movimientos en este sentido antes del encuentro que enfrentará mañana al conjunto aragonés con el Alavés en La Romareda correspondiente al Memorial Carlos Lapetra. Para esa cita, Víctor Fernández contará, previsiblemente, solo con Grippo y Clemente y ninguno de ellos está en condiciones de aguantar los 90 minutos. Porque el concurso de Atienza no es probable, habida cuenta, además, de que el club ha diseñado un plan específico para él hasta su incorporación al grupo.

Por eso, Jesús Álvarez volverá a formar parte de la convocatoria y, presumiblemente, contará de nuevo con minutos. Incluso, es posible que el técnico del primer equipo recurra a un segundo componente del Deportivo Aragón o, en caso contrario, apostar por la reubicación de alguno de los integrantes del primer equipo. En este sentido, todo apuntaría a que Bikoro retrasaría su posición para pasar a ocupar una demarcación en la que ya se ha desenvuelto y en la que Víctor ya lo utilizado en pretemporada.