Como estaba previsto, Javi Puado se ha ejercitado esta mañana de miércoles en la Ciudad Deportiva en el regreso del equipo a los entrenamientos tras la victoria del martes en el Francisco de la Hera. La microrrotura de fibras en el isquiotibial que sufrió el delantero el día anterior al primer duelo después del parón, frente al Alcorcón, exigía unos 10 días de rehabilitación y ahora ya ha empezado a trabajar con sus compañeros, con los suplentes y descartados en el duelo ante el conjunto extremeño. El delantero catalán ha hecho la mayor parte de la sesión con el grupo y después ha realizado trabajo individual, pero la evolución es la esperada y, de este modo, su presencia el lunes ante el Huesca en La Romareda (21.45 horas) parece segura.

Mientras, Vigaray, también en el proceso de recuperación de una rotura de fibras que sufrió el domingo 7 de junio la zona de los isquiotibiales, se ha ejercitado al margen después de que el lunes hiciera parte de la sesión con el grupo. El lateral llega muy justo al duelo ante el Huesca y ahora mismo es más probable que pueda jugar ante el Girona el viernes 3 de julio que frente al conjunto oscense el lunes. Además, el historial de lesiones en la zona de los isquiotibiales de Vigaray, que sufrió hasta tres contratiempos en esa musculatura en la primera vuelta, también obliga a una mayor precaución para su vuelta. Por su parte, James Igbekeme, aquejado de unas molestias entre el aductor y la ingle y que no jugó en el Francisco de la Hera por este motivo, ha hecho parte de la sesión con el grupo de suplentes y después ha realizado trabajo específico. Al margen se han ejercitado Javi Ros, que no tendrá el alta médica de su operación de rodilla hasta el 7 de julio, y Guitián, al que un edema óseo le va a dejar fuera hasta final de temporada.

Los titulares ante el Extremadura han hecho trabajo de recuperación en el gimnasio y para el resto la sesión ha sido más exigente. La plantilla descansa mañana jueves y el viernes a las 9.30 horas volverá a la actividad en la Ciudad Deportiva.