Se sentó delante del micrófono y repasó la actualidad. No desveló ninguna gran novedad, solamente reafirmó posicionamientos ya conocidos del departamento que dirige. Lalo Arantegui enumeró las razones por las que Javi Puado ha sido el elegido para sustituir a Dwamena, una apuesta cuyo perfil no se entendería de manera aislada, sin la contratación cociéndose en el horno de Darío Poveda, un jugador de características más cercanas al ghanés, reincidió en las dificultades de la Sociedad Anónima para acometer fichajes de jugadores con fuste y sueldos altos en Primera por las restricciones que impone el control salarial de la Liga, repasó el momento del equipo, de manera muy difusa el proceso abierto de renovación de algunos jugadores, entre ellos Javi Ros, con el que ya ha habido contactos, y abordó el caso de las más que probables salidas en enero.

El club ya ha hecho movimientos en esta dirección y su deseo es que varios miembros de la plantilla salgan de ella a la vuelta de las Navidades. El objetivo, hacer espacio salarial. “Entiendo que habrá futbolistas que en los próximos partidos manifestarán que quieren ser más importantes” fue la frase que utilizó Arantegui para abrir una vía que está expedita de manera efectiva desde hace unas cuantas fechas. Situación que implica directamente a Bikoro, pero también por ejemplo a Papu, futbolista que está en el mercado. La llegada de Puado, otro hombre de ataque, con condiciones para desenvolverse por detrás del punta o en cualquiera de los lados del frente ofensivo, pone en una situación comprometida a varios de sus compañeros, que hasta ahora no han dado una respuesta de altura cuando han disfrutado de oportunidades: Papu, Pombo o Álex Blanco. También a Soro, pero en menor medida.

Con más competitividad, con un refuerzo recién aterrizado y llamando simplemente por ello a las puertas de la titularidad, desde el partido de Vallecas se verá cómo contestan estos jugadores al último movimiento del club y al que vendrá en enero, que les también les afectará directamente. Si pierden todavía más terreno y la planificación a corto plazo con vistas a la próxima ventana sigue su curso o, si en un arranque de orgullo, mejoran, multiplican su rendimiento, hacen que Víctor dude donde ahora no tiene dudas y convierten en blanco lo que hoy está más negro para ellos.