La tribuna futbolera comienza a ver la luz al final del túnel. LaLiga ya se ha puesto manos a la obra para planificar cómo será la próxima campaña 2020-2021, una vez conocida la fecha de inicio, el 11 de junio con el derbi sevillano, y los pasos a dar para cumplir con garantías la finalización de la presente temporada. Si todo sigue el régimen establecido y las condiciones sanitarias lo permiten, es posible que los aficionados que acuden a La Romareda y al Alcoraz puedan ver a su equipo la temporada que viene. Eso sí, tendrá que ser progresivamente.

La patronal trabaja en un plan de desescalada para el público, sobre la base de que desde el 12 de septiembre, en una primera fase de actuaciones, se pueda ocupar un 30% del aforo en los estadios de Primera y Segunda División. De acuerdo a este plan, las primeras jornadas de la próxima Liga solo podrán verse en directo por un tercio de los estadios hasta noviembre. A partir del penúltimo mes del año se prevé que pueda completarse el 50% del aforo.

Este proceso se llevaría a cabo siempre acorde y dependiente de las órdenes del Ministerio de Sanidad y de una evolución positiva de la pandemia, y finalizaría en el inicio del año 2021 con la asistencia total de público a los campos. Por medio de este proyecto, LaLiga también espera concretar normas que afectan a la entrada y salida de los espectadores en los estadios, para evitar las acumulaciones tradicionales previas a la crisis sanitaria. A su vez, la organización quiere definir el acceso a las zonas de seguridad y otras áreas donde puedan situarse espectadores con inmunidad al coronavirus. Esto se pretende controlar con una app en la que está trabajando el equipo de LaLiga.

Los grandes acontecimientos se han visto damnificados por esta pandemia, ya que, la transmisión del virus supone un riesgo mayor en aglomeraciones donde la gente comparte pequeños espacios, como los campos.

Todo este protocolo diseñado por la patronal del fútbol está supeditado a la aprobación del Ministerio de Sanidad y el Consejo Superior de Deportes, y a su vez, a la propia evolución de la pandemia, de la que se desconoce cuál podría ser su desarrollo. Para poder volver a vivir el fútbol como lo veíamos antes, habrá que ver los encuentros a puerta cerrada y después imaginar esa entrada progresiva de espectadores a la nueva normalidad.